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Lope, inagotable pero no imposible

El proyecto de los hermanos Blecua de culminar las obras completas del Fénix de los Ingenios recibe el impulso de Gredos con la publicación de 12 nuevos tomos

Shakespeare (1564 -1616) escribió 36 obras dramáticas: 11 tragedias, 15 comedias y 10 obras históricas. Molière (1622 -1673) y Corneille (1606 - 1684) no llegaron al medio centenar cada uno. Félix Lope de Vega y Carpio (1562-1635) aseguraba haber hecho 1.500. Se le atribuyen 314 seguras, además de 42 autos sacramentales. Se conservan 50 manuscritos originales. La leyenda dice que empezó a los 10 años y hay quien le considera el primer escritor profesional. Para muchos expertos es, sobre todo, un gran revolucionario. Quizá ese exceso de producción disculpe que no existan aún unas Obras completas dignas de ese nombre. Aunque están más cerca que nunca, gracias a la labor de los hermanos Blecua, leyendas de la filología española, primero en la pequeña editorial Pagés y ahora en Gredos, sello de RBA.

Lope de Vega visto por Sciamarella
Lope de Vega visto por Sciamarella

La obra del llamado Fénix de los Ingenios ha sido ampliamente divulgada aunque no fue muy traducido, a excepción de en Italia. Su influencia en el teatro occidental resulta enorme, sin ir más lejos, se le considera el padre de la reducción a tres actos de las piezas teatrales. En la segunda mitad del XIX, la Academia de la Lengua decidió publicar la obra completa de Lope, empresa que pasó a ser dirigida por el gran erudito y controvertido intelectual Marcelino Menéndez Pelayo. Esta edición arranca con la famosa Nueva biografía de Lope de Vega, de Cayetano Alberto de la Barrera y Leirado, escrita poco después de la muerte del dramaturgo, que había sido censurada, porque incluía su correspondencia, cuando ya era sacerdote, con su amante Marta de Nevares, lo que ponía en evidencia la promiscuidad de Lope de Vega, cuyo número de hijos y de relaciones era legendario, como atestigua Cervantes.

La edición de Menéndez Pelayo comprendía 14 tomos, prologados, pero sin notas. Hasta muy recientemente, tal vez por sus colosales dimensiones, no existía una edición crítica de la obra completa de Lope de Vega, ni siquiera de todas sus comedias. A esta labor se viene dedicando desde hace 16 años el grupo de investigación Prolope de la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB), bajo la dirección del catedrático del departamento de Filología Española Alberto Blecua y del filólogo Guillermo Serés.

El autor de ‘Fuenteovejuna’ aseguraba haber escrito 1.500 textos

Cuenta Alberto Blecua que hace muchos años, un amigo suyo de nombre Víctor García de la Concha —y anterior presidente de la RAE— preparaba oposiciones a catedrático de instituto y le pidió que le ayudara a preparar un tema sobre las comedias de Lope anteriores a 1600. Al hacerlo descubrió lo mucho que quedaba por hacer incluso con un autor como Lope, y desde entonces está en ello. Prolope reunió un equipo de investigadores que ha creado escuela. La financiación pública del proyecto tenía como condición la publicación de los trabajos. Blecua y el profesor Serés se dirigieron a la pequeña editorial Pagés, de Lleida, que desde entonces ha publicado, en su sello Milenio, las diez primeras partes de la edición crítica de las comedias de Lope. Cada parte contiene 12 obras y en total han llegado a las librerías 26 volúmenes.

Ahora, el proyecto ha dado el salto a una gran casa editorial, al sello Gredos, propiedad del grupo RBA, que acaba de presentar en Barcelona otra entrega de 12 comedias: la undécima parte.

Lo cierto es que Pagés no se lo esperaba. “Empezamos hace 16 años y ahora se han ido a otra editorial”, explica un tanto compungido. “He hablado con RBA y vamos a tener una reunión porque hay que arreglarlo, de modo que los lectores puedan acceder a la colección completa. No es lógico que la mitad esté en una editorial y la otra mitad en otra”. Explica Pagés que tiene clientes en todo el mundo, básicamente grandes universidades y bibliotecas, especialmente en América Latina. El reto que supuso atreverse con tamaño proyecto para esta pequeña empresa empieza ahora a rendir. Se calcula que completarlo tomaría 30 años más.

La labor de terminar el proyecto tomaría a los expertos unos 30 años más

La presentación fue una reunión extraordinaria de grandes especialistas del Siglo de Oro español, empezando por los hermanos Blecua. José Manuel señaló la importancia de disponer de una versión crítica de la obra de Lope, con las distintas versiones cotejadas y las notas que iluminan el texto. Habló de los realia: términos que definen los objetos de la cultura material de la época. Por ejemplo, “la uña de la gran bestia” era ni más ni menos que la pezuña de alce que se vendía en las farmacias de Valladolid. “Lo más importante”, añadió, “es cómo se lee el teatro, que en realidad estaba hecho no tanto para ser representado como para ser leído”. “Los profesores tendrían que aprender a leer los textos”, apuntó el director de la RAE, “un gran profesor tiene que ser un gran actor”.

Alberto Blecua fue entrevistado por Iñaki Gabilondo e intentó satisfacer la curiosidad de “un analfabeto”, como se definió el periodista. La España del Siglo de Oro era un país mucho más rico, culto y complejo de lo que ahora puede pensarse. Recordó que, hacia 1600, solo en Sevilla había 5.000 estudiantes y según el historiador Richard Kagan, un millón y medio de lectores. El 15% de la población leía… latín, algo de lo que, según Blecua, cabría responsabilizar a los jesuitas, lo que no deja de ser una contradicción en plena contrarreforma. “El Quijote”, recordó, “tiene 400 libros en su biblioteca, entre ellos la primera traducción de Tirant lo Blanc, pero no era el Quijote quien tenía esta biblioteca, sino Cervantes, lo que da una idea de lo mucho que se publicaba”. La literatura es un negocio importante: La cárcel del amor y La Celestina son auténticos best sellers. “Estaba de moda aprender español y el imperio contribuyó a su difusión”, señaló Blecua.

El teatro era una obsesión en la España del Siglo de Oro. Un estudiante italiano de la época escribe que en Salamanca ha visto 200 comedias en cuatro años. Y como hoy, Lope de Vega y sus contemporáneos también tuvieron que luchar contra el fenómeno de la piratería. “Existían los llamados memorillas o memoriones, que iban tres veces al teatro, se aprendían los versos y luego los escribían”.

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