El Instituto Cervantes prepara un nuevo curso con un 37% menos de presupuesto
La institución anuncia una nueva política de venta y alquiler de sedes Se plantea una disminución de 201 trabajadores en el proyecto de Presupuestos Generales del Estado
El Instituto Cervantes se prepara para encarar un nuevo curso con un 13,9% menos de presupuesto total. El Gobierno le dará un 37% menos de dinero que en 2012 (50 millones de euros frente a 80) según el proyecto de Presupuestos Generales del Estado presentado por el Gobierno, en el que además se plantea un disminución del personal de la institución de 1.137 a 930.Víctor García de la Concha, director del Cervantes y el secretario general, Rafael Rodríguez-Ponga aseguran que "no hay nada decidido" en cuanto a la reducción de plantilla y que están "en un período de negociación política para alcanzar una mayor aportación de fondos estatales" con el que esperan "resolver el problema".
"Aún seguimos en el plazo de realizar enmiendas", ha apostillado el director. "No hay ningún ERE presentado o medida tomada, el Consejo de Administración tendrá que aprobar esta decisión a finales de octubre, principios de noviembre". La institución no cuenta con funcionarios, todos los trabajadores tienen la condición de contratados laborales, fijos o eventuales. El grueso del recorte lo sufrirían los titulados superiores, que de 695 pasarán a ser 571, es decir 124 menos, entre fijos y eventuales.
García de la Concha ha presentado esta mañana en la reunión anual del Patronato de la institución, celebrada en el Palacio de El Pardo y presidida por los Reyes y la infanta Elena, los resultados del ejercicio 2011-2012, además de los proyectos para el próximo año. El curso se cierra con 243.000 matrículas, lo que significa un aumento del 7% respecto al año anterior, un alza de alumnos en los cursos que se ofrecen por Internet (91.000 alumnos) y con 35 millones de visitas a su web.
Repasado el capítulo de buenas noticias, el anuncio del lunes pasado ante la comisión de Asuntos Exteriores del Congreso de que en 2013 se cerrarán tres centros en Brasil y Siria —el futuro de un cuarto, en Sofía, depende de la contribución del Gobierno búlgaro—, ha aparecido entre las paredes del Palacio. “Entre nuestros nuevos proyectos se llevarán a cabo una serie de medidas coyunturales para revisar la política de alquileres hecha en época de bonanza y que hoy pesa mucho, buscando en el extranjero sedes del Estado que estén en desuso o tengan poca actividad”, ha anunciado García de la Concha. “También nos planteamos la venta de algunos edificios y reducir las emisiones de Cervantes TV, que suponen un coste considerable para la escasa audiencia que tiene este canal”.
Rodríguez-Ponga aplaza cualquier tipo de anuncio hasta la aprobación definitiva de los Presupuestos. “Mi labor es cuadrar las cuentas, hasta que no sepa con qué presupuesto final contamos no quiero adelantar nada”, ha afirmado. El Instituto Cervantes confía en que el cierre de algunas sedes sea reversible y que “alguna institución pública local o patrocinador privado” pueda asegurar su pervivencia. "Hay una fase de reorganización de muchas cuestiones externas e internas, de mayor eficiencia y hay que replantear muchas cosas y la decisión del cierre de centros queda supeditada a esto", ha remachado.
Reacio a especificar cómo se materializará este plan de alquileres y venta de sedes, Rafael Rodríguez-Ponga confía en que la actividad cultural y los centros de la institución “no se vean afectados de manera dramática”. “En este momento estamos entre el 35% y el 37% de autofinanciación, este año pretendemos llegar al 50%”, ha asegurado el secretario general.
La mirada del Cervantes se dirige con fuerza a Estados Unidos debido a “la presencia limitada”, en palabras de García de la Concha, que allí tiene la institución. “Contamos con las sedes de Nueva York y Chicago, además de algunas aulas, pero confiamos en que el trabajo que vamos a realizar con universidades nos permita ampliar nuestros proyectos allí”, ha remachado el director. Entre los objetivos: la creación de institutos en Washington y Miami, además de un Observatorio permanente del español en Estados Unidos que permita conocer cuál es la situación real del idioma en este territorio. “Tampoco puedo adelantar cuándo comenzará a funcionar, pero ya estamos en negociaciones con diferentes universidades y hemos conseguido un patrocinador privado”, ha explicado García de la Concha.
"En definitiva, el Instituto aprovechará las actuales circunstancias para ahorrar al máximo costes, corregir las disfunciones existentes, desplegar una acción homogénea y aplicar nuevos modelos de actuación", ha declarado el responsable del Cervantes durante su discurso en la reunión del patronato.
El modelo que el British Council despliega por el mundo es otra de las pautas que la institución se plantea para el próximo año. Para ello se aliará con el ministerio de Cultura, ACE y AECID para llevar a cabo actividades culturales conjuntas, además de sinergias con el Gobierno mexicano que permitan la entrada del Cervantes no solo en territorio iberoamericano, sino también en Estados Unidos a través de sedes mexicanas en este país.
Babelia
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