Alfombra roja a medias para Mónica Bellucci
La jornada de huelga general convocada en Euskadi apaga la fiesta del Festival de Cine La organización concentra todas las proyecciones y actos en el Kursaal
Si hace unas horas el director del Festival de San Sebastián, José Luis Rebordinos, anunciaba que las alfombras rojas y coches oficiales "desaparecerían de la ciudad hasta mañana" por la jornada de huelga general convocada por los sindicatos nacionalistas, las últimas informaciones apuntan a que la organización ha dado marcha atrás. Mónica Bellucci no se quedará sin su entrada especial en el Kursaal antes del pase de Fasle kargadan, dirigida por el kurdo iraní Bahman Ghobadi, que se presenta esta tarde dentro del programa de la Sección oficial.
La alternativa a la suspensión de todos los actos, opción que se hubo considerado en un primer momento para que las personas que hayan decidido sumarse a los paros y todas aquellas familias afectadas por la crisis no sientan la celebración del Zinemaldia como una "agresión", en palabras de Rebordinos, consiste en sustituir el paseíllo de las estrellas a lo largo de los casi 100 metros habituales, por una llegada a la entrada del auditorio en coches oficiales (o taxis, en su caso) y un saludo "especial" a los medios de comunicación y asistentes. El photocall programado para esta tarde de Monica Bellucci y Bahman Ghobadi por las manifestaciones de la huelga general sí ha sido definitivamente anulado del programa. Además de la reducción drástica de las proyecciones, hoy sólo se verán los títulos de competición, y que el Teatro Victoria Eugenia y el resto de cines estén cerrados, la huelga, aunque sin ningún incidente, se nota en otros pequeños detalles. El primer pase de prensa de la mañana, la película china All Apologies, ha reunido a menos gente de la habitual, también las colas para acceder a otras proyecciones son más cortas que los días previos. Algunos carteles alusivos al Festival, como los soportes publicitarios de TVE, patrocinador de la cita, han amanecido forrados con plásticos negros, y sobre estos carteles de los sindicatos convocantes. Además, una concentración a las puertas del Kursaal ha reunido a decenas de personas en contra de los recortes en cultura, entre los manifestantes, el actor vasco Ramón Aguirre, miembro del reparto de Amor, de Haneke, proyectada también en el Zinemaldia. "No estamos ni a favor, ni en contra de la huelga. Es un momento complicado y nos solidarizamos con la gente que lo está pasando mal", apunta Rebrdinos. La huelga ha supuesto un quebradero de cabeza para la cita, al haber programado antes del anuncio de los paros diversas proyecciones y actos, "es bastante complicado comprimir nueve días en ocho", reconoce el director. El Festival prevé que finalmente la huelga no afecte en exceso sus cuentas. La cita había calculado que los paros podían suponer una merma de 40.000 euros, una cantidad que se mitigará con "la taquilla espléndida" de esta 60 edición. Las ventas van mejor que en 2011, según Rebordinos, año en el que se despacharon el 80% de los tickets. Tampoco el Zinemaldia está notando la subida del IVA. La cita obtiene una media de 600.000 euros a través de la taquilla.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.