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Las estampas de Rembrandt brillan en Barcelona

La sede del Museo Diocesano acoge una exposición con 68 grabados y aguafuertes del genio del Barroco

José Ángel Montañés
'Pedro y Juan a la puerta del templo', de Rembrandt
'Pedro y Juan a la puerta del templo', de Rembrandt

Considerado como una de las figuras fundamentales de la pintura europea, Rembrandt fue famoso hasta el siglo XIX por sus grabados y aguafuertes que comercializaba personalmente a través de la empresa familiar que creó con su hijo Titus y su esposa. Tras su quiebra económica, en 1656, muchas de sus planchas fueron a parar a comerciantes que no dudaron en seguir sacando provecho económico de su fama, por lo que Rembrandt ha acabado siendo uno de los autores más imitados durante siglos, en Europa y en Latinoamérica, donde triunfaron sus trabajos llenos de pasión religiosa. El gabinete de Estampas de la Biblioteca Nacional de Francia puso orden en el universo grabador de Rembrandt y determinó que de todas las obras atribuidas, solo 290 se podía considerar creadas por el maestro barroco del siglo XVII. El resto eran imitaciones o piezas creadas a la manera de. 68 de estas estampas creadas entre 1630 y 1659 se exhiben desde hoy en la exposición Rembrandt. Virtuoso del grabado, que puede verse en la sede del Museo Diocesano de Barcelona gracias al patrocinio de la Obra Social de Ibercaja.

Las obras, pertenecientes al coleccionista milanés Francesco Dal Bosco, que las ha ido reuniendo durante 30 años, son fundamentalmente estampas religiosas. No por el marco donde se presenta la exposición, sino por la marcada religiosidad del autor, tal y como ha destacado Rosa Perales, comisaria y profesora de la Universidad de Extremadura. “De un origen católico quedó seducido por ideas luteranas, como la exaltación del trabajo, mal visto entre los católicos de la época, el mundo burgués y el humanismo”, ha explicado durante la presentación de la exposición. En las estampas se puede ver los diferentes temas que tanto gustaron al holandés: desde la infancia de Cristo, en La adoración de los pastores, su vida y su labor profética, en La resurrección de Lázaro, y su muerte, con un magnífico y enorme El Descendimiento.

A través de estos pequeños trabajos de aguafuerte en los que queda patente el dominio del buril de Rembrandt aparecen también representados tipos marginales de la calle, como ancianos y mendigos, algo que en palabras de Perales lo convierten en “decididamente moderno y anticipan al Goya de Los desastres de la guerra”. Junto a tanta religiosidad sorprende comprobar que a Rembrandt también le gustaba pintar desnudos como el de José y la mujer de Putifar en el que ella, posiblemente a partir de los desnudos de sus mujeres Saskia y Hendrickje, no muestra ningún reparo en dejar al descubierto su sexo. La exposición concluye con un reducido grupo de retratos, la mayoría familiares como los que realizó a su madre en La madre de Rembrandt con la mano en el pecho, o de miembros de la sociedad holandesa como abogados, mercaderes, navegantes, marchantes o sacerdotes, como Jan Uytenbogaert, el pesador de oro y Lieven Willemsz van Coppenol, considerado una obra maestra del grabado del siglo XVII. Retratos sobrios donde destacan las intensas miradas que parecen interrogar al espectador y dejan ver la psicología del personaje.

Según Perales, Rembrandt es uno de los artistas más destacados de la historia del grabado del Mundo. “En el inventario post mortem de los bienes de Murillo había estampas de Rembrandt y los discípulos de Ribera las utilizaban para crear grandes obras, además de ser considerado por Goya como su maestro”. Además, según la comisaria, las estampas de Rembrandt contribuyeron para que el grabado pasara de ser considerada una artesanía a obras de arte. No es de extrañar tras contemplar estas pequeñas maravillas en las que Rembrandt supo sacar de la oscuridad creada tras una enorme mancha de tinta a las figuras que aparecen alumbradas por una pequeña vela o una ventana entreabierta.

Las obras se han visto en Italia y Chile y en Zaragoza en una muestras conjunta con grabados de Goya (Ibercaja posee una colección completa de todos los trabajos del aragonés en esta técnicas) y Durero. Luego viajará a Berlín y México.

La colaboración entre el Museo Diocesano e Ibercaja tendrá una contrapartida. Pronto se podrá ver en Zaragoza la exposición que hasta el 21 de septiembre se puede ver en Madrid sobre el genio creador de Antoni Gaudí, con algunos de sus instrumentos originales que conserva esta institución religiosa.

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Sobre la firma

José Ángel Montañés
Redactor de Cultura de EL PAÍS en Cataluña, donde hace el seguimiento de los temas de Arte y Patrimonio. Es licenciado en Prehistoria e Historia Antigua y diplomado en Restauración de Bienes Culturales y autor de libros como 'El niño secreto de los Dalí', publicado en 2020.

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