La moda retoma su camino natural

“Ya era hora”, se convirtió en la frase más repetida entre diseñadores, expertos de moda y periodistas en cada una de las citas que se celebraron ayer en MFSHOW (Madrid Fashion Show), la plataforma independiente y alternativa a la oficial de la Mercedes-Benz Fashion Week Madrid. Van por su tercera edición y segundo día de desfiles, pero la sensación de liberación de los corsés y la institucionalidad de Ifema, sede natural de la pasarela madrileña, era generalizada.

La constricción en días y los requisitos que impone el régimen oficial han desembocado de manera natural en una propuesta para nuevos talentos –no noveles, también hay espacio para consagrados- y diferentes maneras de presentar la moda que se está haciendo en España. Moisés Nieto entregó anoche en la sala Flagship de Telefónica -uno de los patrocinadores de MFSHOW- una colección inspirada en los derviches giradores de Turquía a base de organzas, sedas, tafetanes engomados y gasas devore, con estampados hidráulicos que recordaban a los azulejos de las mezquitas turcas.

El joven modisto venía de ganar el premio L’Oreal a la mejor colección de la pasada edición de Ego, pero los cauces institucionales en Ifema se le habían agotado en convocatorias en la pasarela de los emergentes y en alternativas reales de saltar a la de los “clásicos”.

“Desfilar en el centro de Madrid me parece el mejor plan”, contaba Nieto minutos antes de su desfile. “La moda tiene que dirigirse en esta dirección, ocupar distintas partes de la ciudad”. Ya sea por los invitados que llevaron las marcas que patrocinaron el desfile o por los amigos y adeptos que se ha granjeado Nieto durante su corta trayectoria, la expectación anoche en plena Gran Vía madrileña era tal, que la entrada del emblemático edificio parecía más bien el reinicio de las rebajas.

Antes de que Nieves Álvarez cerrará la segunda jornada de MFSHOW convertida en una diosa turca con un delicado y elaborado vestido de Nieto que rompió la sencillez de sus líneas A a través de la pedrería y la recreación vegetal de la parte superior de la prensa, Calatrava Selected planteó en el Museo de Artes Decorativas de Madrid otra de las propuestas más interesantes del día. Jaime Calatrava lleva cinco años recorriendo el mundo en busca de piezas vintage que colecciona en colaboración con Blanca Zurita, una de las responsables de esta plataforma alternativa. El trabajo de marchante del último año recorrió ayer las salas del museo en un viaje por las diferentes etapas de la historia de la moda, siempre con la vista puesta en el maestro Yves Saint Laurent.

Con Oscar de la Renta el periplo recaló en Studio 54; Chloé hizo parada en Interiores, la película de Woody Allen, con un vestido blanco de lana; un divertido bañador estampado con una cara sonriente de Moschino y acompañado por una cazadora recordaban los noventa,… “Es una propuesta revisionista, que a fin de cuentas es lo que sucede en la moda desde hace tiempo”, decía Calatrava entre sus piezas icónicas. “Los diseñadores ya no crean prendas nuevas, recurren a tendencias anteriores para inspirar sus colecciones”. El modisto complementó sus tesoros con siete sombreros de Balenciaga que comercializó con la firma Eisa cuando aún no se había convertido en el ansiado diseñador y zapatos prestados por sus amigas.

El jardín marroquí de rojo pimentón, rosa del desierto, verde oasis y azules de los diseñadores de Nihil Obstat compartió desfile con las formas suaves y relajadas que evolucionaron del blanco a los fucsias para terminar en negro de Yono Taola. Entre medias, dio tiempo hasta para un desfile erótico de la firma Lily Blossom.