“Mi hermana solo quería que la iglesia quedara bonita”
Esperanza Giménez cuenta que su hermana ya intervino el eccehomo hace cuatro años La 'restauradora' asegura a TVE que actuó con el consentimiento del cura
Por la ermita del Santuario de Misericordia apenas pasan unas pocas personas al año. En la cumbre de un monte, a unos cinco kilómetros de Borja (Zaragoza), no es exactamente un destino del turismo de masas. Sin embargo, desde ayer media España ya conoce esta iglesia y sobre todo el eccehomo, una pintura mural que luce desde la primera década del siglo XX en una de las paredes, y que realizó Elías García Martínez. Hace apenas un par de semanas, una asociación de arte se percató de que alguien había intervenido en la obra, con resultados desastrosos. La autora es Cecilia Giménez, una vecina octogenaria del pueblo, que asegura actuó para arreglar la pintura envejecida.
“Lo hizo con toda la buena fe del mundo. Solo quiso darle un poco de color, ya que la iglesia está en muy malas condiciones, hay goteras y salitres y el Cristo se estaba deteriorando”, cuenta por teléfono Esperanza Giménez Zueco, hermana de la restauradora improvisada. El caso es que el resultado final quedó borroso y prácticamente irreconocible.
Esperanza asegura que Cecilia ya había intervenido el eccehomo una vez, hace unos cuatro años. Y que lo hizo, ambas veces, con el consentimiento del cura que rige la ermita. “Siempre ha tenido la pasión de la pintura, desde pequeña. Y lo hizo para que la iglesia quedara más bonita, para ayudar”, afirma Esperanza Giménez.
La hermana de Cecilia subraya también que “el lienzo no tiene mucho valor, es simplemente una cara de un Cristo”. De ahí que Esperanza no entienda todo el revuelo surgido en torno a la historia. Menos aún debe de entenderlo su hermana que, tal y como relata la señora, está “disgustada y acobardada por tantas cámaras”.
Precisamente ante una de ellas, concretamente la de TVE, ha dado la cara esta mañana la autora de la restauración. Cecilia Giménez ha declarado que el cura de la iglesia era plenamente consciente de que ella llevaba tiempo "arreglando" el cuadro. "Todo el mundo que entraba me veía pintando. Yo a escondidas no lo he hecho nunca", asegura la resuelta señora en el vídeo.
Teresa García, la nieta del autor de la pintura, también se ha mostrado sorprendida por la intervención de Cecilia Giménez, a pesar de que era consciente de que llevaba tiempo pintando sobre la túnica: "El problema es que ahora se ha metido con la cabeza y, claro, ha destrozado el cuadro", se lamentaba.
Babelia
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