Un viaje por el alma de la ciudad

Metiéndose por un día en la piel del peregrino urbano en busca de joyas escondidas, cuatro escritores proponen cuatro viajes personales e intransferibles a cuatro ciudades —Madrid, Barcelona, Bilbao y Valencia— desde la perspectiva del arte, la arquitectura y el urbanismo. Antonio Muñoz Molina, un habitual de las salas de museo, saca a relucir su admiración por la fotógrafa Jitka Hanzlová, cuya exposición cuelga actualmente de las paredes de la Fundación Mapfre, en Madrid. Enrique Vila-Matas evoca desde un punto de melancolía y sinsabor aquella vieja Diagonal de Barcelona en el tramo que va desde la Plaza Macià hasta el Paseo de Gràcia, una Diagonal ya casi volatilizada por culpa de las modas y las sombras de la especulación. En Bilbao, Kirmen Uribe ha hecho el breve pero radical viaje entre el museo Guggenheim y su vecino, el Museo de Bellas Artes, y nos explica cómo es posible visitar dos planetas tan alejados pero tan cercanos. Por último, el poeta valenciano Carlos Marzal conduce del brazo al lector hasta los embriagadores claustros del Centro del Carmen, en pleno corazón de la ciudad, donde ahora mismo se despliega, entre otras, la inquietante labor pictórica de Cristino de Vera. Son, en medio del caos financiero y del pesimismo como omnipresencia, cuatro propuestas con un solo y triple objetivo: pasear, contemplar, tal vez soñar.