Cocineros estrellados y estrellas playeras
Ferran Adrià y Escrivà. El rey de la cocina mundial durante décadas —hoy fuera de los fogones después de cerrar elBulli— tiene una deuda con los chiringuitos. Cree que la cocina informal que se hace en ellos ha ayudado a alejar la solemnidad de la alta cocina. Elige Escrivà, en la Barceloneta, donde suele acercarse a tomar sobre todo arroces.
Carme Ruscalleda y Fiji. La cocinera de San Pol de Mar tiene dos propuestas. Una es el Bar del Puerto en Arenys de Mar, un lugar al aire libre junto al mar, donde suele elegir arroces y los pescados del día; otra, más festiva, el Fiji, en su mismo San Pol natal, donde, dice, disfruta tanto de la tortilla de patatas como de un gin tonic a la luz de la luna.
Dani García y Pepe’s Bar. El inspirador de Calima, el gran restaurante de la Costa del Sol, debe mucho a las técnicas de asar pescado de su tierra, Málaga. Incluso ha homenajeado a las sardinas espeto en su propuesta vanguardista. Es lo que elige para su propuesta de chiringuito, y el lugar donde las bordan, según él, es en el Pepe’s Bar de Marbella.
David Muñoz y Casa Manolo. Casa Manolo, en Daimuz, Alicante, es la propuesta de David Muñoz, el gran chef del madrileño Diverxo. Un buen chiringuito, para Muñoz, es lo contrario al trato de la clientela que se suele ofrecer en las terrazas de la Plaza Mayor. De Casa Manolo, Muñoz destaca los arroces y, atención, los ¡callos a la madrileña!
Juan Mari Arzak y El Pirata. El chef donostiarra encuentra muchos alicientes en El pirata, de Formentera: los pescados, la cocina del día, las conservas, la butifarra, la sobrasada, los guisos marineros... Tiene todo un listado de productos que le fascinan. Según Arzak, toda buena cocina es moderna. Y si el producto se trata como en El Pirata, también.
Quique Dacosta y Blue Marlin. Quique Dacosta. el gran cocinero levantino, el chiringuito es un asunto puramente cultural, de piel. Por eso le interesa evolucionar y modernizar el concepto. Elige Blue Marlin, en Ibiza, donde se mezcla la cocina de mercado con propuestas asiáticas o hamburguesas y donde cuentas con la seguridad de que es muy difícil que te cierren.
Joan Roca y Los raons de Es charco. Joan Roca, uno de los pilares de El celler de Can Roca, junto a sus hermanos, también tira hacia Ibiza, pero a una propuesta más tradicional que la de Dacosta. Los raons de Es charco son su elección. Joan aboga por el producto del lugar en su formas más auténticas, más tradicionales y siempre buscando que luzca antes su calidad.
Manuel de la Osa y los puestos de Tamariú. El chiringuito para Manuel de la Osa, el gran chef de Las Rejas en Las Pedroñeras conquenses, es nostalgia. Guarda recuerdos de La cigarrilla, en Águilas (Murcia), que ya cerró. Pero para sustituirlo, también rememora los puestos de Tamariú, en la Costa Brava de Girona, donde recomienda los mejillones.
Babelia
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