Los empresarios de artes escénicas anuncian un daño irreversible

El sector de las artes escénicas ha mostrado gran preocupación por la aprobación hoy de las medidas del Gobierno respecto a la subida del IVA de la que están exentos los teatros públicos que dependen del Instituto Nacional de las Artes Escénicas y Música (Inaem). "En relación al incremento de los tipos reducidos, que afectan al sector de las artes escénicas, la Federación Estatal de Asociaciones de Empresas de Teatro y Danza (Faeteda), que engloba al conjunto de empresas escénicas de las Comunidades Autónomas, han expresado su más profunda preocupación ante un hecho que tienen claro que alterará muy negativamente el frágil equilibrio de esta actividad cultural".

Aitor Tejada, responsable de la empresa Kamikaze Producciones, califica de "salvajada" la subida anunciada. "La cultura no se considera algo de primera necesidad. Solo aguantarán los teatros de Madrid y Barcelona y será muy difícil llevar las obras de gira a ciudades medianas y pequeñas porque los gastos se multiplican".

La actriz Maribel Verdú, que además tiene un pequeño teatro, ha declarado que se encuentra en estado de shock. "Quedan en espera todos los proyectos que teníamos en marcha. Como trabajadora del cine y del teatro estoy desolada por mí y por todos mis compañeros. Me parece incoherente. Creo que la medida va a ser contraproducente pues creará más paro y más perjuicio económico que el que pretende evitar, como casi todas las medidas que se están tomando en esta crisis. No es justo que los ciudadanos tengamos que ser las víctimas de lo que ha sido la avaricia de otros".

El sector teatral español mueve anualmente una cifra cercana a los 250 millones de euros y da trabajo a unas 20.000 personas, según la información que aportan los indicadores elaborados por el Ministerio de Cultura.

"Como consecuencia de la crisis, el consumo teatral ha entrado en una importante recesión, que afecta tanto al número de espectadores como al precio medio de las entradas y lógicamente a la viabilidad económica de las producciones escénicas", señala el comunicado de Faeteda. "Conjuntamente con el resto de sectores culturales, el teatro ha vivido importantes recortes presupuestarios públicos, tanto en lo que afecta a las ayudas a la producción como a la distribución, lo cual se añade a la terrible disminución de las programaciones municipales (-50%)".

Para José Luis Gómez es muy injusto que los teatros públicos estén exentos del IVA y otros espacios donde se hacen esfuerzos de calidad estén sujetos a esta "barbaridad". El actor y director dice: "No hay que confundir el agua con el perfume. Ni el pan con los pasteles. Ni la cultural con otras cosas menos esenciales. ¡Por favor, dejen de tratar el agua como si fuera perfume de lujo!".

La medida creará más paro y perjuicio económico Maribel Verdú

El precio de las entradas

También denuncia el texto que cualquier modificación al alza del tipo de IVA supondrá inevitablemente un incremento del precio de las entradas, "circunstancia que dificultará la accesibilidad social al teatro, disminuirá el consumo y afectará directamente al número de trabajadores del sector".

Esa subida del IVA será para las entradas, ya que en el tráfico comercial de las producciones tienen el tipo normal. En la actualidad, el IVA para las entradas es del 8%. En Francia tienen un impuesto del 2,5% para las primeras 140 representaciones y a partir de ahí, que ya se consideraría un éxito, sube al 7%. En Alemania este sector tiene el 7% y en Holanda el 6%.

"Aumentar la distancia cultural con los países de nuestro entorno que, en general, protegen el arte y la cultura con tipos de IVA especialmente reducidos, será otra consecuencia, así como reducir la calidad de la producción escénica nacional y con ello la de un sector que participa muy activamente en la creación de los elementos que ayudan a definir el concepto global de la marca España", agrega la federación.

Desde Faeteda señalan con rotundidad que la cifra que podría llegar a recaudarse con un aumento del IVA siempre será inferior a las repercusiones negativas sobre el conjunto de la economía del sector. "Somos perfectamente conscientes de que debemos hacer un esfuerzo solidario con el conjunto de la sociedad para superar el actual momento de crisis. Las empresas teatrales españolas ya están inmersas en un proceso de cambio lento, pero inevitable, que exige una mayor profesionalización y una intensa solidez empresarial, por ello el sector ya asumió, en su momento, anteriores subidas del IVA sin que ello repercutiera directamente en las entradas".

Estos empresarios, que en su mayoría invierten los beneficios en nuevas producciones, sostienen que para mantener el nivel de accesibilidad que les permite tener más de 12 millones de espectadores al año, para asemejarse a los países de la UE y reafirmar el compromiso de España con la cultura, para no agravar los efectos de una crisis que les obliga a una permanente reestructuración y para evitar el más que seguro cierre de empresas y teatros, deben darse unas condiciones especiales: “Expresamos la más absoluta convicción de que la cultura en general y el teatro en particular deben tener la consideración de servicio público y con ello un IVA protegido que facilite la máxima cercanía de los ciudadanos españoles a las artes escénicas”, concluyen.