“Me sale natural ser líder”

Una vez Calle 13 tiró una canción. Aunque fue esa vez y punto. Algo normal en muchos grupos para ellos fue la excepción absoluta. Jamás volvieron a hacerlo. Pero El mega magnífico, evidentemente, no merecía ver la luz. “Se burlaba de los raperos que hablan de sí mismos todo el tiempo. Era más que nada un tema para practicar”, cuenta René Pérez Joglar, el vocalista del grupo, más conocido como Residente. “No estaba tan mal”, añade. Aunque en una anterior entrevista con Rolling Stone el rapero puertorriqueño fue algo más tajante: “Era una mierda mierdísima”.

El caso es que desde entonces cualquier nota que hayan fabricado Pérez y su hermanastro Eduardo Cabra, apodado Visitante, ha salido de la cadena de montaje hecha canción. “Todos los temas los trabajamos hasta que queden bien y estén terminados”, asegura Pérez. Y muchos se los llevarán de gira por España este verano. El 20 de julio Valladolid marcará la casilla de salida de un tablero que se alarga hasta el 21 de agosto. Última parada: Benicàssim, para el festival de reggae Rototom Sunsplash.

Además de su repertorio histórico, Calle 13 paseará por España su último disco, Entre los que quieran, que sacó en octubre de 2010 y del que Residente sigue estando más que orgulloso. “Es nuestro álbum más importante, el que más nos ha marcado”, asegura el puertorriqueño. En concreto, el músico saca pecho sobre todo por dos canciones: “Latinoamérica es como un himno para el continente y Calma pueblo es un tema para la lucha. Lo escuchaban las juventudes reunidas en las plazas para protestar”.

Una de las protestas frecuentes de los dos puertorriqueños tiene que ver con su estilo: desde hace años lamentan que se les etiquete con el reggaetón. De ahí que, ante la posibilidad de acuñar su propia definición de Calle 13, Residente conteste así: “Es música del mundo, con influencias de rock y de rap y un discurso que nos acomuna con la esencia del punk”. Muchas referencias para un grupo que abandera la innovación como clave de sus melodías. “El cambio tiene que ser constante. Como en la vida, todo se transforma. Hacer siempre lo mismo no me entretiene”, afirma Residente.

Tampoco le estimulaba mucho su pasado en una juguetería. Pero el joven René Pérez necesitaba dinero y era lo que había. Olviden al rapero de cadenas y tatuajes de hoy en día. Hubo un tiempo en el que Residente era tipo en uniforme, rodeado de barbies y de minúsculos clientes. “Era un espacio gigantesco. Había otros muñecos y juguetes par niños. Trabajaba para mantenerme a la vez que estudiaba”, recuerda el músico. Y a la vez que tocaba. Hasta que el orden de los factores cambió.

“Estaba en mi casa, en la calle 13 del área de Trujillo Alto, en Puerto Rico. Me puse a escribir algo que fuera gracioso, que nos representara. Tenía mucha ilusión”, rememora Residente el momento en el que concibió La aguacatona. Así tituló el artista la primera chispa de una trayectoria que ha incendiado de pasión a miles de fans y que arrasó en la última edición de los Grammy Latinos.

"Hay que tener huevos para conseguir esto", declaró a la sazón, y tras hacerse con nueve premios, René Pérez. Una vez más, Residente fue la cara visible de Calle 13. Al parecer, los dos hermanos tienen claros sus papeles. “Yo soy el líder. Alguien tiene que ocupar ese rol y a mí me sale natural. Eduardo no tiene problemas con eso. Él es más callado pero tiene el liderazgo a la hora de crear música”, explica Pérez.

Aunque ampliando el horizonte más allá de Residente y Visitante se descubre que Calle 13 es algo así como una empresa familiar. “Mi hermano Gabriel se ocupa de las redes sociales; otra hermana, Margarita, es la abogada del grupo. Y una tercera canta en varios temas”, relata Pérez. Hasta una tía les ayuda con los comunicados de prensa y su madre salió en algún videoclip.

“Te da una base sólida, para no perderte”, habla con cariño de su familia Residente. Frustración, en cambio, es lo que expresa el músico sobre Puerto Rico: “La situación económica ha empeorado muchísimo, la violencia se ha incrementado. Es un desastre y es culpa de las malas decisiones del Gobierno de Luis G. Fortuño. Yo no voté por ellos”. Aunque a veces las cosas salen distintas respecto a lo que uno quería. Como escoger un Ejecutivo y que salga otro. O como imaginar El mega magnífico y producir una mierda mierdisima.