Dos corneados en el tercer encierro de los sanfermines

El Ayuntamiento de Pamplona ideó hace dos años una campaña para promover las buenas formas para correr el encierro entre los vecinos y visitantes. En en el encierro, de blanco y rojo,se titulaba, y pretendía reivindicar el estilo clásico de vivir la carrera de los toros en Sanfermines. La ortodoxia permite una licencia a unos componentes de la liturgia, a los pastores, que visten una camisa verde y un pantalón negro. El encierro de los toros de Cebada Gago ha ensalzado la importancia de contar con ellos. Siete corredores han sido trasladados al Complejo Hospitalario de Navarra tras el tercer encierro, dos de ellos con cornadas y un tercero con una contusión, según el parte médico facilitado por los servicios sanitarios.

De los heridos, están ingresados con con pronóstico menos grave los británicos L.T., de 29 años, con una cornada en la pierna izquierda, y N.C., de 20 años, corneado en la pierna derecha. Con pronóstico menos grave ha sido trasladado A.D., de 39 años, de Filadelfia (EE UU), que ha sufrido una "contusión / puntazo" en la pierna derecha, según el parte médico. En el antiguo hospital Virgen del Camino han sido atendidos, con pronóstico leve, J.G.M., vecino de Bilbao de 32 años, que ha llegado con un traumatismo en el tobillo, y R.V.C., de 32 años y residente en Coria, igualmente con un traumatismo en el tobillo. Hasta ese hospital también han sido trasladados D.A.S., de Segovia (30 años), con una luxación en el hombro, y B.H., de 38 años, de EE UU, con contusión en el tobillo y la rodilla, informa Efe.

Los pastores han tenido que emplearse a fondo para evitar que 'Fugado' se volviera a los corrales

La ganadería de Paterna de la Rivera es una de las clásicas de las fiestas de Pamplona y los anales marcan que Cebada Gago sea equivalente a tensión, peligro y rapidez. Hoy lunes era mucho menor la afluencia de corredores y los habituales han podido disfrutar de buenos momentos para las carreras delante de las astas. Juguetero, un toro colorado ha abierto la manada desde el inicio y su ritmo ha roto en la calle Estafeta la unidad de la torada, provocando que dos de los cebadas quedaran rezagados en cola. Los momentos de mayor peligro han llegado en el último tramo, entre la sede de Telefónica y el callejón de la Plaza de Toros. Allí, los pastores han tenido que emplearse a fondo para evitar que Fugado, el toro negro listón que cerraba el grupo, se volviera en dirección a los corrales de Santo Domingo, pero el morlaco ha empitonado a dos mozos en ese tramo. A base de recortes a la embestida del toro y con el justo empleo de la vara que blanden, los componentes del dispositivo del encierro han logrado encauzar al animal hacia la arena de la plaza, evitando que los estragos de Fugado fueran mucho mayores.

Quienes promueven que se corra de blanco y rojo saben que lo que tiene que hacer el participante clásico del encierro es quedarse en el suelo inmóvil si se cae y buscar rápidamente la parte baja del vallado si un toro comienza, como hoy, a derrotar contra los mozos que suelen aprovechar el último tramo no para correr, sino para ver pasar el encierro sin participar. Es lo que dice la teoría, pero en los 3 minutos y 32 segundos que ha durado el encierro de este 9 de julio no da tiempo para pensar en hipótesis y la presencia de corredores que actúan de espectadores ha causado los momentos de mayor peligro, cuando los dos últimos toros llegaban rezagados, arremetiendo contra quienes se ponían en su camino.

El balance del primer encierro sin el aluvión de visitantes del fin de semana ha añadido a los dos corneados otros dos contusionados trasladados al Complejo Hospitalario de Navarra. Los Cebada Gago, tras este peligroso encierro, protagonizarán esta tarde la tercera corrida de la Feria del Toro. Su trayecto vital, que empezó en las dehesas gaditanas, terminará frente al diestro navarro Francisco Marco, Morenito de Aranda y Antonio Nazaré, que hará el paseíllo descubierto, al debutar en la plaza pamplonesa. Mañana será el turno de la ganadería de El Pilar, que augura una carrera con huecos para los corredores y muchos derrotes de unos toros que gustan a las figuras del toreo y a los clásicos del atuendo blanquirrojo en el encierro.