La SGAE anuncia pérdidas de 4,6 millones de euros en 2011
La institución celebra la primera asamblea con Antón Reixa en la presidencia La nueva junta directiva se desvincula de las cifras y las atribuye a la anterior gestión Las cuentas de 2010 arrojan unas pérdidas de 13,5 millones de euros y no de 6,3, como publicó la anterior dirección encabezada por Teddy Bautista
La crisis también afecta a la SGAE y esta mañana su presidente, Antón Reixa, acompañado de cuatro miembros de su junta directiva ha dado a conocer los datos de la memoria económica de 2011. Un ejercicio, ha recalcado, que no debe atribuirse a su junta, que llegó bien entrado 2012. Se ha cambiado la empresa que audita las cuentas y dice Reixa que ahora los números son menos halagüeños, pero más reales. En 2011 se perdieron 4,6 millones de euros. Además, la cifra de pérdidas de 2010, que se fijó en 6,3 millones, se ha revisado y asciende a 13,5 millones. Según el informe, debido a la inclusión del plan social de prejubilaciones que no se había llevado a cabo.
El presupuesto previsto para este ejercicio para gastos de funcionamiento de la entidad, cifrado 68 millones, tendrá que reducirse debido a la caída de ingresos y pasará de 68 millones a 50. Todo ello se realizará con un plan de austeridad, dice Reixa, que incluye la rebaja en costes de personal, dietas y los propios sueldos del presidente y cargos directivos y de las inversiones. “La gestión del gasto ha sido históricamente deficiente”, ha asegurado Reixa. Pese a todo, en 2011 el reparto a los autores, editores y representados alcanzó la cifra de 340 millones de euros (un 0,7% más que en 2010). Aumenta porque se han sumado los atrasos por copia privada (15,3 millones de euros) y el pendiente de audiovisuales (11 millones de euros).
Pero la presentación, previa a la asamblea de esta tarde que deberá aprobar las cuentas, también ha servido para hacer balance de las medidas que se han puesto en marcha desde que la nueva Junta tomó posesión. Se han nombrado una portavoz, Julia Altares, que pretende rebajar la exposición del presidente y que intentará mejorar la imagen de la sociedad con una comunicación más fluida. “Queremos hacernos entender para que nos comprendáis”, ha dicho Altares.
La deuda actual de la SGAE con los bancos, debido a las inversiones patrimoniales de Arteria, asciende a 120 millones de euros. La idea es empezar a vender ese patrimonio (durante este año esta previsto deshacerse de los inmuebles de México y Argentina) para lo que se ha creado una unidad especial, compuesta por trabajadores de la casa y una empresa externa para realizar la desinversión. Además, la SGAE nombrará en septiembre a un director general que se encargue de la gestión de la entidad de una forma completamente profesionalizada. Se busca a una persona independiente a través de una empresa de headhunters.
Los socios aprueban las cuentas y el proyecto con un respaldo del 98,53%
En cuanto a la polémica pensión del anterior presidente de la sociedad, Eduardo Teddy Bautista, Reixa ha confirmado que no le será abonada. El total del importe es de unos 3,5 millones de euros y la nueva Junta considera que si Bautista no mantuvo una relación laboral con la sociedad (como sentenció un juez de lo laboral cuando este denunció un posible despido improcedente), no puede corresponderle esa pensión. El dinero pasa a la caja de la SGAE (se destinará a fondos propios y asistencia social) y deberá ser el propio Bautista, si lo decide, quien lo reclame judicialmente. Reixa ha vuelto a referirse a la gestión de su predecesor como “despótica, megalómana y arbitraria”.
El nuevo presidente se ha vanagloriado también de haber mejorado la relación con la Asociación de Internautas y con el Ministerio de Cultura, de quien espera una tutela y seguimiento más activo de la gestión de la entidad de derechos de autor. Además, anuncia una posible fusión con la Asociación de de derechos de autor de medios audiovisuales (DAMA).
La sociedad debe 120 millones a los bancos; sus clientes le adeudan 115
La red comercial, es decir, los 153 colaboradores (su sueldo es variable 100%) que recaudan en los comercios, se revisará. Esa es una de las apuestas principales de Reixa. Se ampliará y se mejorarán las condiciones laborales de esos empleados para evitar la tentación de recaudar de forma desmedida. Además, se les dotará de un código de buenas prácticas. En ese manual, por ejemplo, se revisará el modelo de actuación y cobro en los eventos benéficos (una de las fuentes de polémica mediática de la anterior etapa). Además, Reixa pretende establecer una relación más amable con los clientes, con los usuarios del repertorio (bares, peluquerías, discotecas…) otorgando más licencias proponiendo acuerdos como la subvención de hilo musical o canales de música por Internet como Spotify.
El dinero recaudado y pendiente de identificar (detectar al propietario de esos derechos) es otro de los frentes abiertos. Hasta ahora, esa bolsa quedaba en un limbo temporal y si no se asignaba a nadie (por imposibilidad o negligencia) servía para pagar, entre otras cosas, los créditos contraídos por los bancos con Arteria (los famosos 120 millones de euros). Según la nueva Junta, un equipo de 35 trabajadores con un presupuesto de 300.000 euros en horas extra se dedica a esa labor y en noviembre de 2012 se espera llegar identificar un total de 65 millones. “Ahora existe una actitud para que eso suceda. El pendiente no se puede convertir en un fondo de reptiles que alimente locuras como Arteria”, ha dicho Reixa.
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