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Lana del Rey: “Se ha mentido mucho sobre mí por dinero”

La artista Elizabeth Grant, uno de los personajes musicales del momento, habla pocas horas antes de actuar en el Sónar

D. VERDÚ
La cantante Lana del Rey, ayer en Barcelona.
La cantante Lana del Rey, ayer en Barcelona.MASSIMILIANO MINOCRI

Justo una hora antes, la discográfica llama y ofrece la entrevista con Lana del Rey, uno de los personajes musicales del momento sobre el que se han vertido en los últimos tiempos más ríos de tinta, acusaciones de ser un producto prefabricado y críticas despiadadas. La precipitada cita, horas antes de que actúe en Sónar, su primer concierto en Europa, solo aumenta esa sensación de cautela y protección ante una artista supuestamente endeble. Sentada descalza en un pequeño sofá de piel y un cigarrillo en la mano, toda esa idea preconcebida se desmorona. Extremadamente cercana y amable, sin prisas de estrella y de una belleza mucho más contenida que en sus vídeos y fotos, Elizabeth Grant (Nueva York, 1986) parece de todo menos un producto. Más bien resulta una chica que quería la fama para conocer a sus ídolos y cuando la tuvo, estos la invitaron a la fiesta solo para despellejarla.

Pregunta. ¿Fuma mucho?

Respuesta. Si tengo un show, sí. Porque a veces me pongo un poco nerviosa. Hoy no lo estaba, pero todo el mundo me lo está preguntando y estoy empezando a inquietarme…

P. Es el primer concierto en Europa, ¿por qué España?

R. En las entrevistas que he dado aquí no han mentido, siento que me respetan. Estuve en Santander cuatro meses cuando tenía 16 años, tengo amigos aquí y me siento muy bien.

P. ¿Cree que se ha mentido mucho sobre usted?

R. Sí, a veces. Por dinero, por tener buenos titulares. Yo no daba entrevistas porque no tengo mucho que decir. Pero antes de que hubiera dado ninguna, ya había un montón de cosas escritas sobre mí. Es sensacionalismo, lo de siempre.

P. El misterio que ha fomentado alrededor suyo no ha ayudado, ¿no cree?

R. ¡No sé! [lo dice en español] Pero no ha sido intencionado, solo que era una persona tranquila. Ahora ya no sé qué hubiera sido mejor.

P. ¿Es duro que le llamen cada día producto prefabricado?

R. Sí. Me importa por mi música y las letras, que me he tomado mucho tiempo en hacer. También por mi familia, me preocupa que piensan que tengo problemas o que lean esas cosas terribles. Tenemos una gran vida juntos y no quiero que mi reputación me convierta en algo inútil para algunas personas que quiero. Estoy muy involucrada en mi comunidad de Nueva York prestando algunos servicios desde hace 10 años y no quiero que eso cambie, que ya no sea de ayuda. Y bueno, esas críticas te hacen sentir muy incómoda.

P. ¿Se arrepiente de algo?

R. Escribí exactamente lo que pasaba en mi vida. Pero quizá si me hubiera gustado que todo fuera más fácil, como te he dicho soy muy tranquila.

P. ¿Y esa obsesión con la autenticidad? ¿No parece necesario hoy justificar un personaje en el pop?

R. Piensan que soy un personaje porque me cambié el nombre, pero es solo eso. He intentado vivir una vida exactamente ajustada a mí. Y si parece un personaje es porque hago las cosas exactamente como quiero. Pero eso a la gente no le parece bien, porque les resultas distinto. Bueno, y lo eres: no salgo, no bebo, no escucho música pop… Pero Elizabeth y Lana del Rey son la misma.

P. Lleva un crucifijo colgando. ¿Es católica?

R. Sí y voy a la Iglesia. Pero intento entender a Dios según mis propias experiencias. Cuando de repente ves que tus ídolos dicen cosas de ti desagradables, cuando ves que la gente a quien has leído y has honrado no te respeta, te transformas en otra persona. Ya no vives para los demás, solo para ti y tu inspiración. Creo en un Dios al que he llegado personalmente. Pero llevo esta cruz (colgada en el cuello) porque me gustan los diamantes [se ríe].

P. Llega a Europa en pleno desmoronamiento. ¿Le preocupa la crisis?

R. Pienso en ello cada día. Me preocupa más que mi reputación. No hay una manera real de salir de esto, somos demasiados y estamos quedándonos sin recursos. Sigo mucho las investigaciones de Richard Branson en el espacio, avances en nanotecnología, nuevos recursos… Es a lo que dedico mi tiempo.

P. ¿Echa de menos su vida anterior?

R. Echo de menos cosas que hacía en Nueva York para la comunidad, porque si solo vives para ti no tiene sentido. Y eso es lo negativo de ahora.

P. No me negará que ser una estrella tiene cosas buenas.

R. Lo que quería era el respeto de otros escritores, porque es lo que me gusta hacer. Quería amigos artistas y personas interesadas en el progreso, en la tecnología, en buscar soluciones a problemas. No los he encontrado. Estaría bien si fuera un viaje tranquilo, pero no lo ha sido.

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Sobre la firma

D. VERDÚ
Nació en Barcelona pero aprendió el oficio en la sección de Madrid de EL PAÍS. Pasó por Cultura y Reportajes, cubrió atentados islamistas en Francia y la catástrofe de Fukushima. Fue corresponsal siete años en Italia y el Vaticano, donde vio caer cinco gobiernos y convivir a dos papas. Corresponsal en París. Los martes firma una columna en Deportes

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