Cinco pistas, un solo claustro verdadero
Los expertos barajan de forma prioritaria un quinteto de localidades de Burgos, Segovia y Palencia como posibles lugares de la construcción de Palamós
El claustro de moda ha pasado de ser casi un secreto a tener entrada en Wikipedia. Cosas de la vida, del periodismo, de los negocios inmobiliarios y, a no dudarlo, de esa inconmensurable fuerza del románico como elemento aglutinador de misterio y embrujo. Desde que EL PAÍS —haciéndose eco de la investigación cuasi detectivesca del profesor de la Universidad de Girona Gerardo Boto— dio a conocer hace una semana la existencia de una espectacular galería doble de estilo románico en el jardín de una finca privada de Palamós, el mundo del arte quedó patas arriba. Además, el hallazgo de Mas del Vent ha animado a especialistas, académicos y personas de a pie a relacionar su posible lugar de procedencia con varias iglesias, monasterios, castillos o yacimientos. Todos ellos remiten a la comunidad de Castilla y León y, en concreto, a localidades de las provincias de Burgos, Segovia y Palencia. Gumiel de Izán, Castrojeriz, Ibeas, Collado Hermoso y Carrión de los Condes son, de momento, las cinco hipótesis más citadas por quienes más saben del asunto. José Ignacio Sánchez Rivera (Universidad de Valladolid), Félix Palomero Aragón (Universidad Rey Juan Carlos de Madrid) y René Jesús Payo Hernanz (Universidad de Burgos) apuntan que el claustro podría pertenecer al monasterio burgalés, ya desaparecido, de San Pedro de Gumiel de Izán; José Luis Hernando (Museo de Zamora) ve ciertos paralelismos entre los capiteles de Palamós con los de la torre de la iglesia parroquial de Hontoria de Valdearados (Burgos) y con restos de otros lugares próximos a Silos, como Caleruega, Brazacorta, Sepúlveda y Santa María de Retuerta. Por último, Saturnina Gómez no duda que el claustro estaba en su pueblo, Hortigüela, también en Burgos, y que pertenecía al monasterio de San Pedro de Arlanza, “derruido a principios del siglo XX para hacer un pantano que luego no se construyó”. Por eso no dudó en llamar a este diario y explicarlo. Gerardo Boto (León, 1967), el profesor de la Universidad de Girona que dio a conocer a todos esta estructura desconocida, da a conocer aquí una lista de posibles lugares de origen, con los pros y los contras de cada uno de ellos:
SAN PEDRO DE GUMIEL DE IZÁN (Burgos)
Solo una tapia... y diez capíteles románicos Monasterio benedictino adscrito a la casa cisterciense de Morimond en 1194 bajo el amparo del rey Alfonso VIII. No conservamos practicamente ningún elemento de este conjunto, excepto una tapia del perímetro. En la iglesia parroquial de Gumiel de Izán se conservan una decena de capiteles románicos que se afirma proceden, entre otros lugares, del claustro monástico. La morfología de los capiteles más silenses se puede adscribir, en realidad, al frente de una sala capitular, como la de la catedral de El Burgo de Osma. Desde el principio, el profesor Boto explora la posibilidad de este monasterio, que últimamente cuenta con el auxilio documental del abogado Heri García de Lázaro, en el propio territorio. Para llegar a un mejor conocimiento es imprescindible una excavación arqueológica en el solar que ocupó el antiguo monasterio de Gumiel, para poder llegar a conclusiones sobre su planimetría y estar seguros de la filiación del claustro con el monasterio.
CONVENTO DE SAN ANTÓN (Castrojeriz, Burgos)
Pendiente de exploración arqueológica Este monasterio al pie del Camino de Santiagio se funda y se construye en el siglo XII, aunque la iglesia que se conserva hoy —en ruinas— es tardogótica. Fue palacio y huerta del rey Pedro I de Castilla. Alguna dependencia monástica está severamente reformada con posterioridad. El área claustral está pendiente de una exploración arqueológica que arroje más luz sobre el pasado de esta construcción. No se sabe si las dimensiones de las galerías del Mas del Vent pueden ajustarse a las de ese área. Durante más de un siglo ha permanecido en manos de una misma familia.
SAN AGUSTÍN DE BENEVÍVERE (Carrión de los Condes, Palencia)
Siete arcos con figuras de tamaño natural De esta magnífica obra canónica sólo se conocen un grabado de Jenaro Pérez Villa-Amil y un dibujo de José María Quadrado de mediados y finales del siglo XIX, respectivamente. La litografía muestra una excelente fachada de la sala capitular, con siete arcos ocupados por figuras de tamaño casi natural. Las galerías fueron reformadas en torno al siglo XVI adoptando arcos escarzanos de tipo salmantino, insertando bajo ellos los capitales románicos. Estas piezas presentan una gran analogía a algunos de los capiteles de Palamós y comparten con ellos una adscripción cultural tardorrománica.
SAN CRISTÓBAL DE IBEAS (Ibeas, Burgos)
No se conserva ninguna estructura Monasterio de la orden premonstratense del que en la actualidad se conocen muy pocos restos: tan solo un dibujo a plumilla y, de momento, un capitel exento —aparentemente de la zona claustral— que conocemos gracias a la profesora de la Universidad Autónoma de Madrid, Maria Teresa López de Gereño que lo ha publicado, tras rescatarlo de una de las viviendas de la localidad.
SANTA MARÍA DE LA SIERRA (Collado Hermoso, Segovia)
No se conserva ninguna estructura El monasterio fue fundado en la década de los años 30 del siglo XII. Ya en este periodo, el conjunto de Santa María de la Sierra tuvo un notable florecimiento monumental. A finales de este mismo siglo se adscribe a la orden del Císter. De momento no es posible confirmar ni descartar una eventual relación con el conjunto de Palamós. Habrá que exhibir mucha prudencia y esperar a la publicación de los resultados de una excavaciones arqueológicas que se están llevando a cabo en la actualidad.
Babelia
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