Palabras para cambiar el mundo
EL PAÍS reúne a la novelista Belén Gopegui, el periodista Ignacio Escolar, el asesor de comunicación Antoni Gutiérrez-Rubi y a la filósofa Adela Cortina en el encuentro ‘Literatura y activismo’ en la Feria del libro
![La escritora Belén Gopegui.](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/ESPPSG33SDWLU4G573AVOYKWQU.jpg?auth=e9c6c4d316706abf670db863a8185f0a55fa9794a1d83ad75bb447c82624800a&width=414)
Spiderman no es exactamente un intelectual. Ni tampoco consta que haya escrito alguna novela. Sin embargo el lema de su cómic viene a cuenta: “Grandes poderes conllevan grandes responsabilidades”. Los escritores no son superhéroes pero si cuentan con cierto poder respecto a la sociedad a la que se dirigen. “Cambian la manera de percibir y entender la realidad. Gracias a su creación literaria tienen una visibilidad y un protagonismo que los hace responsable a ojos de sus lectores”, afirma Antoni Gutiérrez-Rubí. El asesor de comunicación es uno de los cuatro invitados al encuentro Literatura y activismo que EL PAÍS ha organizado en el Pabellón Actividades Banco Sabadell del madrileño Parque del Retiro el próximo martes 29 de mayo a las 11.30, en el marco de la Feria del Libro.
Gutiérrez-Rubí compartirá mesa con la filósofa Adela Cortina, el periodista y escritor Ignacio Escolar y la novelista y guionista Belén Gopegui. Gumersindo Lafuente, adjunto a la dirección de EL PAÍS, será el moderador de un encuentro que buceará en el papel social de los intelectuales.
"Cuando la literatura predispone a una acción que transforme la injusticia, hace activismo", asegura Gopegui en un correo electrónico. Y cita a Kafka, Carson McCullers, César Vallejo como ejemplos de ello. Una lección de la que, según Escolar, fueron maestros el historiador Tony Judt y el escritor Manuel Vázquez Montalbán. Gutiérrez-Rubí en cambio escoge al narrador y articulista estadounidense James Baldwin, un “artista activista”. “Creo en los creadores que unen indisolublemente su faceta profesional y social”, asegura el autor del blog Las formas son fondo.
Un contexto tan trágico, por usar un eufemismo, aumenta las responsabilidades de esos creadores. “Escritores y periodistas deberían mojarse, más aún en estas circunstancias excepcionales, lo más parecido a una guerra que va a vivir nuestra generación”, sostiene Escolar. Y para Gutiérrez-Rubí, los artistas del lenguaje pueden alejar a los más entristecidos del precipicio: “Las palabras cambian la manera de ver el mundo y de vernos a nosotros en el. Y en este momento de crisis pueden subsanar las heridas y ofrecer esperanza”. Ni más ni menos que el trabajo de Spiderman.