_
_
_
_
OPINIÓN
Columna
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las columnas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

Confianza

David Trueba

Los grandes jefes indios de las praderas de Illinois se autodenominaban Chicagos porque en su lengua quería decir poderoso y fuerte. Así que la reunión de Rajoy con Angela Merkel no podía haber encontrado mejor lugar que Chicago. Allí la Gran Jefa recibió al representante de una tribu con problemas de autoestima. La metáfora audiovisual del agua fue preciosa, porque ya la Biblia en su más hermoso salmo nos promete que seremos pastoreados junto a ríos tranquilos. La vida como río es una imagen tranquilizante, aunque seamos ajenos al pensamiento de Heráclito, porque nos dice que todo pasa. El tranquilo lago Michigan en día de sol nos devuelve la paz que la prima de riesgo nos arrebata.

Lograr el objetivo compartido de enderezar la economía nacional precisa credibilidad. La palabra confianza se convirtió en el mantra de la larga precampaña, pero el partido que ganaría las elecciones, en lugar de preparar la tarea, se dedicó por entero al ansia de alcanzar el poder. Ese tiempo perdido ahora no se recupera implorando confianza a los mercados, ellos muchas veces prefieren el río revuelto para optimizar su pesca. La confianza requiere fidelidad y no engaño, y a juzgar por los datos que vamos conociendo hay demasiado engaño camuflado en balances y contabilidad. Para alcanzar la confianza exterior no hay nada peor que imponer reformas el viernes por la mañana pero ocultar que esa tarde saldrán las cuentas reales de autonomías con el déficit duplicado y balances de cajas y bancos llenos de agujeros negros.

Los auditores de cuentas hacen el agosto 12 meses al año. Aunque contribuyeron a esparcir la confianza para endeudarnos, ahora impartirán la única confianza creíble en nuestra austeridad. Ganan siempre, según parece. La deuda madrileña ha sido el último golpe bajo. Más que confianza, los grandes jefes nos obligan a depositar una fianza para cubrir una deuda que no alcanzamos a pagar porque los intereses se comen todo el esfuerzo. Frenar esa sangría es más urgente que recortar la protección social. Hacer aflorar las mentiras será más útil que seguir flagelando a quienes peor lo están pasando. Urge devolver el río a su cauce antes de que siga arrasando los pastos donde el rebaño empieza a perder la fe.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_