Revolución ‘thrash’ desde Albacete
La banda Angelus Apátrida lanza ‘The Call’, un álbum de hechuras internacionales El grupo de veinteañeros inicia una gira que los llevará por toda Europa
Ellos no lo llamarían revival porque eso suena a moda y “las modas no son buenas”, pero los veinteañeros Angelus Apátrida, armados con su cuarto elepé -The Call- son la punta de lanza del resurgir del thrash metal. Pocos discos de este acelerado y endurecido subgénero del heavy han concitado tanta expectación en España, portadas de revistas, actuaciones en la tele, radios. Por algo su discográfica, la multinacional Century Media, los ha incluido en una gira que ahora arranca y los llevará a Reino Unido, Irlanda, Italia, Alemania, Austria, Suiza, República Checa… Más de 20 fechas seguidas, sin un solo día de descanso. Hasta entonces, nadie los verá en el bar TNT de Albacete, su guarida habitual.
Lo que han conseguido con The Call es algo parecido a lo que logró el cineasta Alejandro Amenábar con Los otros: Nadie podía creer que aquello fuera producto nacional. Guillermo Izquierdo, vocalista y guitarrista de la banda, ríe al otro lado del teléfono al escuchar la comparación. “Sabemos que no hemos inventado la pólvora, pero siempre nos quedará la satisfacción de saber que hemos hecho algo que no se había logrado en este país. The Call va a suponer un antes y un después en la historia del heavy metal en España”. Con su anterior trabajo, Clockwork, ya se colaron la lista de los más vendidos, en el puesto 44, “por encima de cosas más comerciales”. Ahora buscan pulverizar esa marca.
Grabado en Lisboa y producido por el niño bonito del metal europeo, el multiinstrumentista portugués Daniel Cardoso, The Call alcanza un sonido de estándares internacionales. “Alguna gente opina que este disco está superproducido, o que las baterías parece que no son reales… cuando precisamente es la primera vez que hemos grabado las baterías a pelo. Prácticamente todo el sonido está sin tratar”, argumenta el vocalista.
Izquierdo nació en 1983, el mismo año en que Metallica lanzaba el Kill 'Em All, uno de los álbumes seminales del thrash. Él es responsable también de las letras y rechaza de plano la idea del heavy metal como un género ensimismado en mundos de fantasía. “A esta música la caracteriza la denuncia social. Hay un toque punk dentro del thrash. Nos preocupa lo que a cualquier español. Lo que tenemos aquí, que no es poco. La situación política que está llevando a este país a la ruina. Como suben otros al poder y resulta que han engañado a toda la población”.
“Los grandes booms dentro de esta música siempre se han dado en momentos difíciles. Ahí está la explosión del punk y del heavy metal en Reino Unido. Por eso en Suecia, Noruega o Finlandia, con una calidad de vida muy alta, no suelen aparecer este tipo de bandas combativas. Ellos van en otra onda porque son superfelices”, prosigue el músico.
En la España de los cinco millones de parados, no faltan ganas de combate. Ahí están los barceloneses Crisix o los madrileños Vita Imana. “Es lo bueno de este nuevo siglo. Están surgiendo bandas que no van a enriquecer solo la escena española. Son proyectos muy interesantes para exportar al resto del mundo”.
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