Raphael: “Estoy a favor de la Educación para la Ciudadanía”
El cantante presenta su disco número 40 en el que vuelve a colaborar con Manuel Alejandro Tras 28 años retoma a su compositor fetiche, el de 'Yo soy aquel' y 'Como yo te amo', entre otras
Incansable, inagotable, un mito. Raphael cumplirá (según su biografía en la agencia EFE), 69 años el próximo cinco de mayo, pero antes presentará el que será, según esta misma fuente, el disco número cuarenta de su carrera. Se titula El reencuentro y supone una vuelta a su colaboración con el compositor Manuel Alejandro (Jerez de la Frontera, Cádiz, 1933) que ha sido autor de gran parte de sus grandes éxitos como Yo soy aquel, Cuando tú no estás, Digan lo que digan, Cierro mis ojos, Hablemos del amor, Como yo te amo, En carne viva y Qué sabe nadie, por poner algunos ejemplos. Según Raphael hace 28 años que ambos no colaboran. Ahora, 12 nuevos temas pasarán a engrosar el repertorio de un cantante con tantos hits a sus espaldas que es capaz de llenar conciertos de tres horas sin problema ninguno. Además de estrenar nuevo trabajo (sale a la venta el próximo día 24), el cantante afronta la gira Lo mejor de mi vida, con la que visitará Argentina el próximo mes de junio, y para presentar este Reencuentro dará dos conciertos los días 21 y 22 de mayo en el Teatro de la Zarzuela de Madrid.
Raphael siempre ha presumido de ser un tipo honesto. En 2003 sufrió un gravísimo problema de salud que a punto estuvo de costarle la vida. Necesitó de un trasplante de hígado que se le practicó en primero de abril de aquel año en le hospital 12 de octubre de Madrid. Tras su recuperación, el cantante confesó haber tenido “sin darse cuenta” problemas con el alcohol. En un hotel del centro de Madrid atiende a la prensa para promocionar su nuevo trabajo y no tiene problemas para hablar de cualquier tema.
Pregunta. ¿Cómo se encentra de salud?
Respuesta. Estupendamente. Cada vez que voy al médico y me hace mis exámenes, son buenas noticias y estoy fenomenal.
P. Usted habló mucho y honestamente de su problema con el alcohol. ¿No cree que en España existe una cultura que fomenta mucho su consumo?
R. Lo que a mí me ocurrió fue por gilipollas. Fue el problema de alguien que se mete en eso sin darse cuenta y sin disfrutarlo, desde luego. [Raphael confesó que para tranquilizarse tras los conciertos en la soledad de las habitaciones de los hoteles, para poder dormir, en sus giras, consumía gran parte del alcohol disponible en los minibares] Lo mío me gustaría que fuera una llamada de atención para gente que se pueda meter en esos problemas sin comerlo ni beberlo. En las escuelas se empeñan mucho en enseñarnos gramática, historia y matemáticas; cosas que están muy bien, pero a vivir no nos enseñan. Y lo primero que tendrían que enseñar en las escuelas es a vivir”.
No tengo nada en contra de las relaciones del mismo sexo. Muy al contrario. Soy una persona que comprende y respeta todo
P. Así que, ¿usted está de acuerdo con la Educación para la Ciudadanía?
R. Pues sí.
P. Pues la han eliminado
R. ¿Por qué?
P. Supongo que el Gobierno considera que no es importante.
R. Ah. Entonces, ¿qué es importante?
P. Parece ser que simplemente tener los conocimientos necesarios para encontrar un buen trabajo.
R. Vaya por Dios. Pues no estoy de acuerdo.
P. Continuando por lo educativo. En un tema de su nuevo disco usted canta: “En el sexo si es sentido, todo cabe, todo vale”.
R. El tema se llama Sexo sentido y sí, si es sentido creo que esa frase es válida. Aquí no hay nada feo ni lujurioso. Si es sentido, claro que todo vale, como la cosa más normal del mundo.
P. Pues el Obispo de Alcalá de Henares no opina lo mismo. Dice que los gais se prostituyen en su mayoría y les recomienda “terapia adecuada” y “castidad”.
R. Eso fue una salida de tono. Nosotros en Sexo sentido estamos hablando de sexo en cualquier formato. No tengo nada en contra a las relaciones del mismo sexo. Muy al contrario. Soy una persona que comprende y respeta todo. Por eso, siempre he pedido respeto hacia mi mismo y mi trabajo. Yo no soy ese Obispo. Esta canción está en su justa medida. Y me gusta. La voy a disfrutar mucho en el escenario y el público también.
P. Es una especie de I want your sex, de George Michael, pero con un puntito como de rap.
R. (Ríe a carcajadas). Manolo (Alejandro) es muy avanzado en todo siempre.
P. Podría parecer que esta vuelta con Manuel Alejandro es una necesidad de volver al Raphael clásico, este disco tiene unos arreglos muy de aquella época, con muchas cuerdas y mucha pasión.
R. Yo siempre he sido Raphael clásico aunque cante con Dani Martín o con Alaska. Pero si he de ser sincero, no me meto en los arreglos. Cuando Manolo (Alejandro) escribe yo le doy carta blanca. Él hace lo que tiene que hacer y me hace cantar como él cree. Es el productor del disco y yo debo de hacer lo que él me sugiere. Confío muchísimo en él.
P. En esa misma canción dice que hay que utilizar “la erótica palabra justo cuando se precisa”. ¿Es usted de los que les gusta hablar durante…?
R. No puedo recordar esas cosas. No sé si hablo. Aquí hay otra persona implicada y eso me impide poder recordar estas cosas. Amnesia total.
P. Es como si Manuel Alejandro se metiera en su mente y pudiera escribir letras que salieran del puño y letra de Raphael. Como si supiera lo que usted quiere decir. Lo que piensa.
R. Él sabe lo que yo querría decir. Él sabe perfectamente en cada momento de mi vida de qué hablar en mis canciones. No solamente de mi vida, también de las cosas que están pasando. Hay una canción que se llama El mundo será de ellas que es muy certera. Conmigo siempre ha acertado, desde el principio y nunca jamás he tenido que discutirle una canción.
P. Otra frase de su último disco: “Se acercaron a mi cuna por si había basura que airear”. ¿A quién se refiere?.
R. La gente del cotilleo siempre se acerca a ver qué puede sacar de uno y conmigo se han llevado unos chascos tremendos. Yo estoy muy protegido por mis Cuatro Estrellas, [el título de esta canción] que son mis tres hijos y mi mujer”.
P. ¿Cree usted que el asunto estriba en que el público últimamente sólo demanda casquería?
No a todo el mundo le gusta el fútbol, pero vamos a terminar todos futboleros por narices. No se pueden dar 18 partidos diarios
R. No hay que echar la culpa al público de todo. Ocurre que si al público le están dando casquería continuadamente, la consumirá porque es lo único que hay. No a todo el mundo le gusta el fútbol, por ejemplo; pero vamos a terminar todos futboleros por narices. Lo que no se pueden es dar 18 partidos todos los días y basar el resto de la programación en casquería. No hay otra opción. Hay mucha gente que no tiene dinero para salir por ahí todos los días y se tiene que quedar en casa viendo la televisión. Pero tengo la esperanza de que el público sabe sacudirse esas cosas de encima en cuanto puede, en cuanto le dan una oportunidad. O dejan de ver la televisión.
P. ¿Y a dónde se van?
R. Pues la realidad es que nos vamos a Internet.
P. ¿Es usted muy internauta?
R. Me gusta mucho, pero tampoco puedo estar todo el día. Los ordenadores han logrado que descanse mucho. No hablo. Escribo. Sobre todo en gira. En lugar de hablar con los músicos, les escribo. Así que la primera nota que doy en el día es cuando voy a cantar sobre el escenario y así logro estar muy en forma. Hablo también muy poco por el móvil, estoy todo el día mandando mensajes.
P. ¿Así que tiene pánico a que su instrumento fundamental, su voz, no funcione?
R. No es pánico, no. Pero llevo alrededor a muchas familias que dependen de mi voz. Más que pánico, es sentido de la responsabilidad.
P. Así que se cuida la voz radicalmente. ¿Es Raphael una persona obsesiva?
R. No, para nada. Raphael es una persona metódica. Y de buenas costumbres. Yo ya me he hecho unas buenas maneras, ya que no me las enseñaron en el colegio y tuve que pasar por lo que pasé por tonto. Esa lección la he aprendido. Yo hago lo que tengo que hacer ordenadamente.
P. ¿Usted construye un personaje sobre el escenario?
R. No. Yo soy así. Personaje, no tengo. Yo no entro en personaje para nada. En el escenario me encuentro tan bien y tan cómodo que no hay necesidad. Quizás al principio de mi carrera, cuando luchaba por hacerme un nombre y buscarme un sitio, tal vez hubiera algo de eso, pero últimamente, nada de nada. Yo al escenario salgo pisando huevos. Sin nervios. Con sentido de la responsabilidad, pero tranquilo, a disfrutar con la gente y eso se nota muchísimo.
P. Usted que ha vivido muchos de los momentos históricos de España, con todo esto que está pasando de la crisis… ¿Cree que tiene solución?
R. Sí. Sí la tiene. Soy muy positivo en ese sentido. En cuanto haya cinco millones de no parados, ahí se acabó todo el problema. Hasta lo del Obispo.
P. Pero conseguirlos cuesta mucho.
R. Hay que trabajarlos. Hay que salir todos los días a por un puesto de trabajo. El que quiera trabajar tiene que tener su puesto de trabajo. Aunque también es verdad que a veces nos volvemos muy exquisitos a la hora de elegir un trabajo. Y cuando la necesidad está ahí, hay que trabajar en lo que sea. Una vez que la gente tenga trabajo, las demás cosas son menos importantes.
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