Earl Scruggs, pilar fundacional del ‘bluegrass’
Marcó con sus innovaciones la música popular de EE UU
Que su nombre no fuera muy conocido en España, a pesar de ser todo un maestro, responde a que se dedicó a un estilo extremadamente minoritario fuera de las fronteras estadounidenses: el bluegrass. Pero Earl Scruggs (Flint Hill, Carolina del Norte, 1924), fallecido el pasado miércoles a los 88 años en Nashville, formaba parte del patrimonio musical de su país. Pocos han moldeado como él la música popular norteamericana a las cuerdas de su banyo, ese instrumento de cuerda, similar a una guitarra, cómico para muchos por su apariencia rural pero esencial en el country, el folk e incluso el blues.
Scruggs se crio en un ambiente familiar donde la música fluía a todas horas. A los cuatro años ya empezaba a trastear con el banyo y poco después con la guitarra. Pronto demostró un talento tremendo: se convirtió en un innovador del banyo al utilizar tres dedos en vez de dos, como era corriente, marcando el aspecto melódico con el pulgar, tras tocar las notas con los otros dos. Con el tiempo, a eso le llamaron el estilo Scruggs, pero su verdadero logro fue conseguir que el banyo dejase su papel secundario y se transformara en instrumento solista.
Igual que Robert Johnson marcó el comienzo del blues moderno, Scruggs dio paso al sonido moderno del banyo, que salpicó con gracia y multitud de variantes las composiciones rurales del folk y el country. Este paso lo dio entre 1945 y 1948 junto a Bill Monroe con los Blue Grass Boys. Con ellos, se empezó hablar de bluegrass, como una variante del country tradicional apoyada en el banyo y con personalidad propia, conocida en la primera mitad del siglo XX como hillbilly. La etapa de Scruggs junto con el gran Monroe, para muchos expertos fundador del nuevo género, se considera un momento clave de la música popular de EE UU.
Hoy visto como un legado vetusto, la obra de los Blue Grass Boys fue un avance en su tiempo. Lo mismo se puede decir del trabajo de Scruggs junto al guitarrista Lester Flatt tras abandonar a Monroe, quien nunca se lo perdonaría. Flatt y Scruggs formaron una gran pareja que alcanzó el éxito comercial con canciones como Foggy Mountain Breakdown, dentro de la banda sonora de la película Bonnie and Clyde, o The Ballad of Jed Clampett. Como puntales del mundo folk, fueron invitados al primer Festival de Folk de Newport en 1959 y sirvieron de referentes a jóvenes talentos como Bob Dylan y Joan Baez. En 1969, Scruggs se separó de Flatts y creó una banda familiar que trató de acercarse al lenguaje del rock. El grupo llegó a tocar con Steppenwolf.
Scruggs tocó, entre otros, con Dylan, Baez, The Byrds, Johnny Cash o John Fogerty. Y el bluegrass no está extinguido; coetáneos de Scrugss como Ralph Stanley siguen activos y fueron recuperados gracias a la cinta O Brother!, de los Coen. Pero Scruggs era único, como afirmó un pilar del country como Porter Wagoner: “ Fue el mejor que hubo y el mejor que habrá”.
Babelia
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