Antonio López entregará en junio el retrato real

El retrato de la familia real es el cuadro en el que Antonio López (Tomelloso, 1936) ha invertido más tiempo, lo que, en su caso, ya es decir. Casi dos décadas que están a punto de terminar. El lienzo, de tres metros y medio por cuatro, retrata a los reyes rodeados de sus hijos. Las cinco figuras reciben estos días los últimos retoques. Falta efectuar una ligera aproximación entre las cabezas de las infantas de manera que se las verá más próximas; unas pinceladas en los cordones de los zapatos... Aunque la mayor novedad es que por primera vez el artista señala de manera contundente una fecha para la entrega. Será por San Juan, el 23 de junio, día del santo del rey. Lo único que queda por definir será el modo de la entrega. Los detalles se precisarán esta semana entre el artista y Patrimonio Nacional, organismo que ha encargado y pagado el cuadro.

Consciente de que la culminación del retrato real se ha convertido hace tiempo en un tema recurrente en el mundo del arte, el maestro realista quiere acabar con las dudas. "Me he impuesto esta fecha y ya no va a haber ninguna otra", asegura rotundo. ¿Es la obra en la que más tiempo ha invertido? "Seguramente. Si no en la que más, sí es una de ellas. Hay muchos casos en los que cuando me he estancado, he abandonado la obra. De momento o para siempre, pero en este caso quiero terminarla de una vez".

Obsesionado con el detalle, Antonio López está empeñado también en el reencuentro con sus propias obras. Así es como, una y otra vez, vuelve sobre los cuadros: retoca una mano, mejora una mirada, afina la puntilla de un vestido... En este caso, sus dudas han afectado sobre todo a las figuras de las infantas: "Al aproximar sus cabezas, Elena se me quedaba más baja. Ha sido difícil".

No cree López que el hecho de que los retratados fueran la familia real haya retrasado el proceso. Sufrió una parálisis similar cuando trabajaba en la escultura del hombre y la mujer que se exponen en el Reina Sofía. Son dos piezas realizadas con madera de abedul pintada. El hombre mide 1,95 metros de alto y la mujer, 1,69. Las esculpió entre 1968 y 1994. "En ese caso la dificultad estaba en encontrar a las personas que respondieran a esas características".

Reconoce que el cuadro real le ha perturbado e interferido en otros trabajos. "Suelo compatibilizar varias obras, pero el tener esta pendiente me ha frenado para empezar otras cosas. Si lo hacía, me creaba un cierto complejo de culpa. La entrega va a ser una liberación".

Las fogatas del día de San Juan darán paso al verano y supondrán el fin del misterio que ha envuelto el retrato de Antonio López. Amparado en que el propietario de la obra es Patrimonio Nacional, el artista se ha negado a que los reyes sean los primeros en contemplar el cuadro. Hasta el momento, sólo se ha difundido una imagen parcial dentro del libro Antonio López. Pintura y escultura con texto de Francisco Calvo Serraller y prólogo de Miguel Delibes (TF Editores), publicado a finales del pasado verano.