“El buen periodismo tiene salida"
José Sanclemente analiza la relación entre la crisis de la profesión, la publicidad e Internet en 'Tienes que contarlo'
El diario El Universal se hunde sin remedio. Belarmino Suárez, su jefe de economía, es asesinado. El director del periódico, Daniel Gavela, no quiere de ninguna manera ser él quien lo cierre. El propietario, Francisco Ventura, solo piensa en venderlo. Mónica Lago y su marido, Carlos Martín, quieren vender su empresa de publicidad a un fondo de inversiones norteamericano, que está interesado en la base de datos de El Universal. Leire Castelló, una periodista de sucesos enamorada de su trabajo, y Julián Ortega, un inspector de homicidios, se alían para investigar la muerte de Suárez y resisten las presiones de políticos y del propio grupo Universal. Y, por si fuera poco, el 15-M y la CIA.
Tienes que contarlo (Roca Editorial) es un cóctel explosivo con el que José Sanclemente analiza la relación entre la crisis del periodismo, la publicidad e Internet. Sanclemente sabe de lo que habla. Es economista y experto en medios de comunicación. Fue consejero delegado del Grupo Zeta, consejero de Antena 3 TV, presidente de la Asociación de Editores de Diarios Españoles, fundador del diario ADN… Aunque Tienes que contarlo es su primera novela. “Pensé en escribir un ensayo, pero luego me decidí por un thriller, convencido de que así lo leería más gente”.
“El buen periodismo tiene salida, pero ahora estamos en una ola en la que los periodistas hacen surfing: Bruselas, política, economía y en esas aguas tienen que navegar porque lo imponen los poderes políticos y económicos. Ahora estamos en la ola del ajuste y nadie se sale de eso. El esfuerzo de estar allí es increíble. ¿Por qué no nos salimos y ponemos el esfuerzo en el otro lado? ¿Por qué no nos cuentan a los lectores cosas que nos gustaría saber? ¿Por qué no le preguntan al Rey sobre su yerno?”.
El Universal tiene su sede en Barcelona, donde se desarrolla la novela, y Sanclemente sostiene que no ha pensado "en un diario en concreto sino en todos a la vez”. Este periódico de ficción lo está pasando muy mal. Ha suprimido el suplemento de libros porque no es rentable, ha sufrido un ERE, los profesionales están desmoralizados y hay tensión entre la edición escrita y la digital.
“Estamos al final de un modelo de prensa, pero cuando llegó la crisis, en 2008, ya estábamos al final de un modelo. Los medios no han sabido adaptarse al mundo digital, si por adaptarse se entiende rentabilizarlo. Vimos el cambio que venía pero muchos tiraron la toalla”.
“Cuando estaba acabando de escribir la novela cerró ADN y ya escrita cerró Público. Google rompió el escudo de Facebook y Facebook salió a bolsa. Tuve prisa por acabarla porque todo va muy rápido”.
El director del diario está desesperado. “Intenta salvar los muebles, pero lo que hay que hacer es invertir en los contenidos y eso no lo tienen muy claro los financieros”. Mónica Lago dice que hoy puede ser más creíble para la gente un rumor en la Red bien estructurado y dirigido que una doble página a color en un diario. “La publicidad no funciona en Internet, incluso estorba. Lo que ella propone es la comunicación persona a persona y que sean los propios usuarios quienes la transmitan. Por ejemplo, si una compañía eléctrica quiere hacer propaganda de una compañía de energía eólica, creará una tendencia apoyándose en los medioambientalistas. Las agencias de publicidad utilizan la información que nosotros mismos les damos en los buscadores”.
El Universal tiene una macro base de datos con millones de usuarios y un centenar de programadores que procesan los datos: “En la nube hay mucha información y hay que separar el grano de la paja”. La base de datos del diario tiene mucha documentación sobre el movimiento 15-M, que interesa a la CIA. “Lo del 15-M es ficción, pero casi siempre la ficción supera la realidad”.
Leire Castelló viaja a Nueva York en busca de información sobre el asesinato de Suárez y se topa con el brazo económico de la CIA, In-Q-Tel. Sanclemente describe minuciosamente cómo funciona. “Es un fondo de inversión sin ánimo de lucro, cuyos financiadores invierten grandes fortunas en compañía avanzadas en tecnología y en sistemas de información”. Todo con un solo destino: la seguridad de Estados Unidos.
Sanclemente explica sus fuentes en una nota al final del libro. La revista Wired publicó varios reportajes en los que denunciaba la colaboración de la CIA, a través de In-Q-Tel, en la monitorización de los blogs y redes sociales de los ciudadanos para controlar y predecir acontecimientos futuros.
“Todo puede estar bajo control. La Red tienes grandes ventajas y también grandes inconvenientes, pero somos nosotros quienes les hemos dado información de forma gratuita. Hay mucha mierda, información no contrastada y ahí entra el buen periodismo, que contrasta con diversas fuentes a diferencia de un tuit que envía cualquiera. Por eso es imprescindible invertir en los contenidos”.
Babelia
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