_
_
_
_

Eugenia Rico, una obra para leerla a pequeños sorbos

Los relatos de 'El fin de la raza blanca' van de la crueldad a lo fantástico

Aurora Intxausti
La escritora Eugenia Rico.
La escritora Eugenia Rico.

Si alguien piensa encontrar en El fin de la raza blanca (Páginas de Espuma) unos relatos que se lean de un tirón que se lo quite de la cabeza. Cada uno de ellos te obliga a pararte, imaginar el mundo al que te ha llevado la escritora y dejar el siguiente para cuando lo hayas asimilado. Las 100 páginas del último trabajo de esta autora gijonesa, con la mirada en distintas ciudades del mundo, es "un libro pequeño que se lee a pequeños sorbos desde el primero de los cuentos La línea gris en el que que hay desde la relación de pareja hasta la miseria colectiva con el trasfondo de la guerra", puntualiza Eugenia Rico.

Esta mujer que realizó su tesis doctoral sobre El tratado de reunificación de Alemania empezó su actividad literaria a los 11 años con la publicación de su primer cuento sobre un hombre que pierde su trabajo y quiere suicidarse en las aguas turbias y negras del río. Siempre ha compaginado este género con la novela, de las que lleva publicadas media docena, defiende el relato y se lamenta que en España no haya tradición de buenos cuentistas ni de lectura de este tipo de género como existe en otros países de Europa y en toda América.

No para de moverse mientras habla y se sienta de mil y una maneras, no oculta que es golosa y mientras hablamos se lanza a comer uno de los bombones que hay sobre la mesa. Habla de la crisis que azota a esta sociedad y se revela ante la masiva emigración de jóvenes licenciados en busca de trabajo. "Somos un país con talento e ideas y estamos dejando que una generación brillante, porque se está colocando en lugares estupendos en otros países, abandone España. ¿Qué va a ser nosotros si ellos abandonan? Hubo un momento de la historia que se premiaba al desalmado, a aquel que era capaz de hacer dinero rápido y fácil sin preguntar de dónde venía. Viví la crisis industrial de Asturias y aquello fue muy duro, mucho más de lo que estamos padeciendo ahora. El problema de ahora es la crisis de valores. Creo que la Cultura, con poco dinero, puede ayudar a que las penas sean menores".

El fin de la raza blanca contiene relatos que pueden ser un rescate emocional a lo bestia, que te despiertan de un plumazo. Soy una mujer fuerte, que no me gusta la literatura light. Mis personajes no son malos pero lo son. En ellos hay violencia, son capaces de hacer el mal y daño a sí mismos". Eugenia Rico considera que "el cuento es la iluminación que nos lleva y vuelve a la oscuridad y en la novela pongo un foco. Creo que el primero es más verdadero, exige una técnica más depurada y el escritor, al menos en mi caso, soy una buscadora de la verdad". La autora española quiere que "los libros que escriba a lo largo de este siglo haga cómplice al lector y que éste se convierta en el detective de sus obras".

Babelia

Las novedades literarias analizadas por los mejores críticos en nuestro boletín semanal
Recíbelo

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Sobre la firma

Aurora Intxausti
Coordina la sección de Cultura de Madrid y escribe en EL PAÍS desde 1985. Cree que es difícil encontrar una ciudad más bonita que San Sebastián.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_