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En la onda Baudelaire

El escritor y editor italiano Roberto Calasso resalta la modernidad del poeta francés en una novela-ensayo

Cuando Víctor Hugo acabó de leer Las flores del mal, el polémico y seminal libro de Charles Baudelaire, aseguró: "Produce un escalofrío nuevo". Efectivamente, el libro recogía una sensibilidad distinta, única, reflejaba como ninguno la nueva experiencia de la eclosión urbana, el salto a la modernidad que significaba el último tercio del siglo XIX. París era el centro de ese nuevo mundo y Baudelaire era "el centro del centro, mucho más inteligente que el resto de los intelectuales del momento: su antena metafísica le hizo captar esa modernidad". Así lo define el exquisito escritor y editor italiano Roberto Calasso (Florencia, 1941), que ha convertido al autor francés en el centro de su última novela con aires de ensayo, La folie Baudelaire (Anagrama).

El autor dice que "moderno es hoy una palabra anticuada, muy ambigua, pero era nueva cuando los tiempos de Baudelaire"
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Uno de los escasos sueños que trascendió que tuvo el poeta y que él mismo contó en una carta y en el que protagoniza una extraña acción en un aún más extraño inmenso burdel que parece un museo está en el centro de un libro que forma parte del friso bien entrelazado de seis títulos que conforman la producción novelesca del editor de Adelphi y que "junto a K, el que dedicó a Kafka, y La ruina de Kasch son de los más interesantes de su obra", sentenció su editor español, Jorge Herralde.

"Ese escenario extraño es un emblema de la modernidad. Moderno es hoy una palabra anticuada, muy ambigua, pero era nueva cuando los tiempos de Baudelaire; ese estado experimental que irá desde él hasta las primera vanguardias; a mí me interesaba reflejar aquellos ambientes literarios y artísticos, ese nuevo sistema nervioso que unía a una serie de personajes aunque fueran enemigos", expone Calasso. Y cita al pintor Ingres, del que Baudelaire hizo el análisis más atinado a pesar de ser él defensor de Delacroix; o Saint-Beuve, "falso amigo" del poeta pero al que este le enseñó su primera composición.

La modernidad

El libro intenta, según su autor, "descubrir cómo es la modernidad de Baudelaire y qué caracteriza esa onda Baudelaire que ha llegado hasta nuestros días: nosotros aún estamos hechos de esta modernidad; después de su onda han surgido otras pero ninguna como esta y, por descontado, nadie puede hacer hoy de Baudelaire, entre otras cosas el mejor crítico de arte del XIX". Si la modernidad de Baudelaire es intangible, ¿qué es, pues, la posmodernidad actual? "Nunca uso la palabra posmoderno; nació para bautizar cierta arquitectura, pero aplicada a un todo me parece una manera de evitar pensar; lo que sí puedo decir es que lo moderno se ha acabado y lo que sigue no tiene nombre, es este innombrable actual".

En ese innombrable actual, el fino editor afronta con filosofía la irrupción del libo electrónico. "Como editor hago eBooks, claro, pero lo importante de mi oficio es reconocer la calidad, de aquí sale todo lo demás; el problema hoy es que ha cambiado la fisonomía de los editores: todos tienden a ser iguales, hagan o no eBooks, si bien eso es más una consecuencia del mercado que de las tecnologías". ¿Detectarían, estarían, pues, en la onda de un nuevo y moderno Baudelaire?

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