La Generalitat se queda con el soldado del Ebro y su equipo
El esqueleto fue hallado al excavar una trinchera de la batalla del Ebro en La Fatarella
Charlie ha recibido nuevo destino. El esqueleto del soldado republicano hallado por un equipo de especialistas del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y el Didpatri (Didáctica del Patrimonio) de la Universidad de Barcelona (UB) al excavar una trinchera de la batalla del Ebro en La Fatarella (Terra Alta) pasará a manos de la Generalitat, que ha decidido asumir directamente el estudio antropológico de los restos.
Charlie, como fue bautizado por sus descubridores al considerar que lo más probable es que se trate de un brigadista estadounidense, marchará, y valga la palabra, con todo su equipo: la Generalitat no se queda solo el esqueleto, sino la totalidad de los objetos que sus descubridores han excavado minuciosamente junto a los restos. Entre el material, granadas, municiones, trinchas, las botas (con marcas de los calcetines en su interior) y los útiles de afeitado del heroico militar que aguantó el tipo (y la posición) al final de la batalla para proteger la retirada de sus camaradas.
Ley de fosas
La Generalitat anunció ayer que se queda con el soldado en una nota en la que señala: "La Dirección General de Relaciones Institucionales y con el Parlamento ha tomado la decisión en cumplimiento de la normativa vigente en Cataluña sobre fosas comunes de la Guerra Civil". La nota añade con desconcertante afán aclarador que la toma del soldado "es una actuación del Departamento de Gobernación y Relaciones Institucionales, que no tiene nada que ver con el Memorial Democrático, sino con las competencias que expresamente tiene atribuidas la Dirección General de Relaciones Institucionales y con el Parlamento, ejecutadas a través de la Subdirección General de Memoria y Paz".
La nota afirma que el hallazgo se produjo en el marco de una intervención arqueológica autorizada por la Dirección General de Patrimonio Cultura y bajo la dirección de esta. En una coda sorprendente, la Generalitat se justifica y jalea a sí misma subrayando antológicamente: "En este asunto, la Generalitat ha sido impecable en su actuación".
El lenguaje con el que han comentado la decisión algunos responsables del hallazgo y la excavación de Charlie ha sido menos alambicado: "¡Una vergüenza!", estalló ayer el historiador Xavier Hernández, director del Didpatri. "Que se lleven el esqueleto lo podemos llegar a entender, aunque la UB también somos Generalitat y no veo por qué no podríamos estudiarlo nosotros, que garantizamos la máxima calidad científica. Pero que nos requisen toda la información y los objetos de una excavación arqueológica autorizada es... no tengo palabras. Ya pueden dar gracias de que no tengo edad para encadenarme al esqueleto".
Babelia
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