"En mi salario no entra la libertad de expresión"
La compañía Els Joglars reestrena la obra 'El Nacional' 18 años después en el Teatro Nuevo Alcalá de Madrid y celebra medio siglo de vida
Que Albert Boadella sea director artístico de los teatros del Canal no impide que pueda ejercer la libertad de expresión: "Ser empleado público no significa vasallaje a la Administración", sentencia el director de Els Joglars. Y es que esta compañía reestrena su obra El Nacional, presentada hace 18 años, cuando cumple 50 años sobre los escenarios.
El regreso a la cartelera del espectáculo se debe, según ha resumido Boadella, a dos motivos principales: la vigencia del texto y la celebración de medio siglo de vida de Els Joglars, que es la compañía de teatro privada más longeva de Europa.
El argumento del montaje es el de un acomodador que recluta a músicos callejeros y mendigos para representar la ópera Rigoletto, de Verdi, a cambio de un techo bajo el que dormir. Don Juan, el acomodador, es una figura de artesano frente al despilfarro de los montajes operísticos, que "se comen el 90% del presupuesto" y hacen perder al teatro de su "poesía", según el director.
El Nacional se estrenó "como una premonición" en 1993, año en que el país vivía una crisis "de la que no se enteraron los ciudadanos, pero que era igual de peligrosa que la de hoy en día". Los cambios tras este periodo de tiempo son una cuestión de "experiencia" más que de fondo. Además, sintetiza todos los aspectos de la compañía: humor para contar tragedias, crítica, implicación músical y una conexión total con la realidad.
"El público ha cambiado. Ahora es más especializado, pero menos curioso que hace 30 ó 40 años, que era coleccionista de más cosas. Por poner un ejemplo, antes sabría el argumento de Rigoletto" explica el actor y dramaturgo. "La gente iba al teatro como quien iba a misa. A partir de los ochenta la gente solo va a ver teatro", se queja Boadella, que se siente algo nostálgico delo que alude como "público feligrés".
Entre todo el reparto de la obra participan dos clásicos de la compañía: el actor Ramón Fontserè y la soprano Begoña Alberdi, que regresa "tras 30 años y 70 kilos menos", con mucha "alegría y responsabilidad". Los actores se creen miembros de una compañía "insólita" que es, según Boadella, como un matrimonio: "En la riqueza y la pobreza, en la salud y en la enfermedad y puede que hasta que la muerte nos separe".
Albert Boadella celebra estas cinco décadas siendo fiel a "hacer siempre lo que queremos". Con obras que fluctúan "entre lo canalla y la venganza" y que, probablemente, atraigan a su jefa, Esperanza Aguirre: "Seguro que viene. En el 85 nos veían muchos políticos, ahora han desaparecido", señala el autor de Amadeu. Y envía una recomendación final: "Les gustará, sobre todo, a los que se hayan dado de baja del teatro Real".
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