Harrison Ford emociona en la Piazza Grande
El legendario actor recibe en el Festival de Locarno un premio por el conjunto de su carrera y presenta el estreno europeo de ' Cowboys & Aliens' junto a Daniel Craig
La meteorología no está del lado de los cinéfilos estos días en Locarno, donde las constantes lluvias y mal tiempo están causando más de un dolor de cabeza a los organizadores. Pero, a pesar de la tormenta, en la noche de ayer pareció brillar el sol por un instante cuando Harrison Ford subió al escenario y 8.000 gargantas le dedicaron una ovación emocionada de las que hacen época.
Y es que no todos los días se puede ver en persona a un hombre que encarna mucho de lo mejor que ha dado de sí el Séptimo Arte. El inolvidable protagonista de Blade Runner o dos de las mayores sagas cinematográficas de todos los tiempos (La Guerra de las Galaxias y el ciclo de Indiana Jones) parecía sinceramente emocionado al recibir de manos del director artístico Olivier Père el Leopardo de Oro al conjunto de su carrera.
En su breve comparecencia ante el público cubierto por miles de paraguas e impermeables, Ford bromeó sobre su edad (está a punto de cumplir 70 años) al recibir la estatuilla escoltado por sus compañeros en la película Cowboys & Aliens, Daniel Craig, el director Jon Favreau y la joven Olivia Wilde, conocida del público por su papel en la serie House.
"Actuar es mejor que tener un trabajo de verdad"
Un par de horas antes de su ascensión a los altares en la Piazza Grande, Harrison Ford y Daniel Craig hablaron con la prensa en un encuentro que generó una expectación sin precedentes en la historia del festival.
Vestido con un sobrio traje azul y con el cabello muy corto, Ford dedicó su mítica media sonrisa a los representantes de la prensa internacional, quienes le dedicaron un rendido aplauso, dejando claro que los periodistas estaban incondicionalmente del lado de Indiana Jones.
Interrogado sobre su carrera, Ford lamentó no haber realizado más westerns a pesar de ser "el héroe americano por definición", en palabras de Olivier Père. "Mi última experiencia con el género fue hace 35 años, aunque me hubiera gustado hacer más películas del estilo", lamentó al tiempo que recordó que "los westerns parecen haber perdido el favor del público". De hecho, el director Jon Favreau matizó que a su entender el público europeo, "valora el western más que los americanos y sabe ponerlo en el lugar que merece en la historia del cine. Un buen ejemplo de ello sería el italiano Sergio Leone".
Harrison Ford afirmó sentirse un hombre afortunado. "Tuve la buena suerte que me permitió trabajar con gente brillante en mis películas y de comenzar mi carrera en uno de los momentos más excitantes de la historia del cine, cuando todo el mundo iba al cine y ver películas era una poderosa atracción".
"Aún disfruto al actuar", añadió, "y en tanto que me sea posible hacerlo, pienso seguir. De hecho, actuar es mucho mejor que tener un trabajo de verdad", afirmó el protagonista de Único testigo entre las carcajadas de los periodistas.
¿Y nunca ha pensado en ponerse detrás de la cámara? Bromeando (a medias) de nuevo, Ford explicó: "en mi carrera he visto a grandes directores trabajar mucho y ganar menos dinero que sus actores. Prefiero quedarme donde estoy pues no me interesa ser el último responsable ni estar a cargo de los proyectos".
Un Daniel Craig consciente de su papel secundario en este contexto se mostró modesto y algo retirado. El actor británico, conocido por encarnar a James Bond, explicó que había preparado su papel "observando a Harrison" y recordó que su trabajo es actuar. "No soy un tipo tan duro en la vida real", afirmó entre risas.
Por su parte, el director Jon Favreau recordó que "el cine es un negocio" cuyo desafío consiste en combinar rentabilidad y arte. "¿Quiénes van hoy al cine?", se preguntó el realizador americano. "Al menos en los Estados Unidos son casi exclusivamente niños y adolescentes, lo que condiciona todas las producciones".
Interrogado por este periódico acerca de la solución al problema de la piratería, Favreau respondió que "el truco pasa por atraer al mayor número posible de gente manteniendo el nivel de creatividad". Al mismo tiempo, recordó que "los gobiernos europeos se encuentran a la vanguardia de la lucha contra la piratería y por la defensa del derecho de autor. El público debe dejar de ver la piratería como algo aceptable y sin consecuencias". Favreau recordó igualmente que "el 70 % de los ingresos de una película de Hollywood proviene del resto del mundo" y que los Estados Unidos deben encontrar "temas de atractivo global si quieren ser rentables".
Cruce de géneros
¿Y la película presentada a todo esto? Cowboys & Aliens comienza con un Daniel Craig que se despierta perdido en el desierto de Nuevo México en 1875. Tras llegar a un pueblo llamado "Absolución" se mete en problemas con el cacique local. Un villano llamado...Harrison Ford. Pero que sus fans no se inquieten. Al final de la aventura le llegará la redención.
Tras una primera parte que retoma todos los guiños clásicos del cine de género, la película da una radical vuelta de tuerca cuando los vaqueros deben enfrentarse al ataque de naves espaciales dirigidas por malignos seres llegados de las estrellas.
La película, con un presupuesto de 162 millones de dólares, está obviamente diseñada al milímetro pensando en un público de adolescentes devoradores de palomitas de maíz. Según Jon Favreau, Cowboys & Aliens es una cinta que "aspira a encontrar su lugar al fusionar géneros". Ahora solo queda por ver el tirón que Indiana Jones y James Bond puedan tener entre el público juvenil de hoy.
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