Ryan Reynolds: "Los medios no estuvieron invitados a mi boda y tampoco a mi divorcio"
El actor canadiense estrena 'La linterna verde', una película de superhéroes basada en el cómic del mismo nombre
Todo en la vida de Ryan Reynolds parece fortuito. En la actualidad este canadiense de 34 años es uno de los actores más buscados en Hollywood. Y uno de los hombres más deseados, según la revista People. Pero su llegada al cine fue por casualidad. "Mi padre es policía, lo mismo que mis tres hermanos. Y yo tenía que salir de ahí", admite con franqueza ahora que ha pasado el tiempo. "No tenía ningún interés en la televisión pero había este casting masivo y a mí lo que me apetecía era ir a Florida. Tenía como 13 años y así empezó todo", añade.
Los sueños y los éxitos vendrían luego. Lo mismo que una carrera donde supo combinar la comedia (The Proposal) con la acción (Wolverine) o el cine independiente (Buried). Ahora le toca convertirse en superhéroe para interpretar uno de los personajes más codiciados del mundo del cómic, Green Lantern, ese que los estudios Warner confían en convertir en franquicia para toda la familia. "El proyecto lo mantenían tan en secreto que cuando me ofrecieron una reunión con el realizador Martin Campbell no me dijeron para qué. Tampoco tenían que explicarme nada. Yo quería comer con el director de Casino Royale. ¡Te parece poco!", explica un aficionado al cine que no se avergüenza al reconocer su pasión por el medio y que cita Field of Dreams como una de sus películas preferidas de siempre. "Uno de estos días me tendrán que llevar a urgencias de lo mucho que lloro cada vez que la veo", bromea campechano.
Esta faceta de "blandito" no te la esperas de un actor al que sus compatriotas llaman "el jamón canadiense" de lo bueno que está y que se dio a conocer en el cine con papeles como el de Van Wilder, comedia grosera dirigida a un público de botellón. Sin embargo, Reynolds se distancia de sus compañeros de carrera por su versatilidad, intentando huir aparentemente sin esfuerzos de los estereotipos de galán, cómico o héroe de acción. También le distingue lo que se respira como honestidad por su parte. "Me gusta pensar que incluso en esta industria donde todo es tan exagerado que puede agrandar los defectos de algunos me he mantenido fiel a como fui criado, con los pies en la tierra", explica.
Su divorcio
Incluso sobre aquello sobre lo que no quiere hablar, como su reciente divorcio de la mujer más deseada del mundo, Scarlett Johansson, Reynolds se muestra reservado, pero sincero. "Hay una diferencia entre guardarlo en secreto o mantener temas como este en privado. No tengo ningún problema al aceptar la situación y reconocer la gran relación que mantuvimos y que sigue siendo amistosa. Pero, como suelo decir, los medios de comunicación no estuvieron invitados a mi boda y tampoco lo están a mi divorcio. Es un problema de respeto", zanja con una respuesta directa, pero sin evadir el tema.
Eso sí, prefiere hablar de su trabajo como actor. De los 12 meses de preparación que le tomó el papel de Hal Jordan, acudiendo diariamente al gimnasio a las 3:00 de la madrugada para mantener la forma en un rodaje que comenzaba a las 5:00 de la mañana. "Trabajar con Martin es toda una operación militar", admite de un director que lo pide todo pero que consigue eso y más de sus actores. Incluso que pierdan sus miedos, en el caso de Reynolds a las alturas, algo necesario cuando está interpretando a un superhéroe que es el único humano en una liga interestelar de extraterrestres y que es capaz de hacer realidad lo que desee. "¿Qué es lo que yo pediría? Un sistema político de tres partidos. O que me preparen una buena lasaña", remata este seguidor sin tapujos del ex vicepresidente estadounidense Al Gore.
Lo que une a Reynolds a su último personaje es el color de su indumentaria, el verde. No necesariamente su color preferido pero si es el que define su comportamiento social. "Soy verde cien por cien. Conduzco un coche eléctrico, en mi casa tengo paneles solares y soy autosuficiente, reciclo el agua, la materia orgánica y, vale, no visto prendas hechas con cáñamo en planvegano pero crecí en un hogar donde nos enseñaron que cada uno tiene que hacer su parte si queremos mejorar algo", expone con orgullo.
Si sus comienzos fueron fortuitos, las metas son muy claras desde hace una década. En especial trabajar en todos los géneros y de forma convincente, algo que este año está claro que ha logrado. Al estreno de Green Lantern le sigue la comedia The Change-Up y el thriller de acción Safe House junto a Denzel Washington. Además está la película que comienza a rodar junto a Jeff Bridges en septiembre, RIPD, macabra abreviatura del "Departamento de descanse en paz", que "en un tono Ghostbusters y Men in Black", cuenta las aventuras de un par de agentes, uno de ellos muerto desde hace 200 años y el novato que se acaba de morir, que forman parte de esta patrulla que detiene a las almas perdidas.
¿Para cuándo esa nueva película con Sandra Bullock? La sonrisa de Reynolds no oculta la profunda amistad que le une a esta actriz, protagonista de uno de sus mejores éxitos, The Proposal. "Tenemos un proyecto que estamos organizando entre los dos. Las ganas de trabajar juntos son mutuas así que todo llegará", reconoce un hombre que lo que se propone, lo consigue. Quiso correr una maratón y lo hizo aunque correr nunca ha sido lo suyo. También quiso trabajar fuera de los confines de Hollywood y se fue a Barcelona para hacer realidad esa "maravillosa" experiencia que fue Buried. "El hecho de que su final fuera demasiado nihilista para las audiencias estadounidenses poco tiene que ver conmigo", explica. Y lo próximo que queda en el tintero es tener una familia, "algo que está ahí" aunque sin fecha. "Yo siempre trabajo duro para conseguir lo que quiero. A veces incluso demasiado", concluye con esa sonrisa perfecta del verdadero chico americano.
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