Vetusta Morla: "Estamos orgullosos del LP, no es ir de sobrados. Ya nos fustigamos lo suficiente"

Vetusta Morla se ha aprendido de memoria ese consejo que toda madre a punto de mandar a sus hijos de campamento repite antes de hacer la maleta: "solo lo imprescindible". Por eso, Mapas, el nuevo petate de la banda madrileña, está vacío de "los condicionales y futuribles de 'Un día en el mundo' (su primer álbum) y de cualquier presión que no sea la autoexigencia", dice Juanma Latorre, guitarra y teclado, además de autor de alguno de los 12 temas del disco.

Descartado lo accesorio, las canciones consiguieron escaparse del local de ensayo antes de tiempo. "Tenían mucha vida dentro de nosotros y necesitábamos compartirlas con la gente", dice Álvaro B. Baglietto, el bajo. Por eso, el disco ya se puede escuchar en streaming y comprar en su página web. Para los menos avezados en esto de las compras online, Mapas estará en las tiendas el 23 de mayo y en junio llegará el vinilo para aquellos que "disfruten de la liturgia de la aguja", recalca Latorre.

"Los mapas son las emociones en forma de canción que hemos sentido desde que acabó 'Un día en el mundo' hasta ahora", dice Baglietto, uno de los guitarristas

Para luchar contra la corriente digital que todo lo arrastra a través de la redes sociales y encontrar lo novedoso, hay que recalar y meditar ante la portada del disco. Un dibujo troquelado de una constelación sirve de plantilla por la que arrastrar las postales que acompañan a cada tema. El jeroglífico estelar tiene fácil explicación para Baglietto: "Los mapas son las emociones en forma de canción que hemos sentido desde que acabó 'Un día en el mundo' hasta ahora". Así, por ejemplo, en la postal de En el río, el no-single que lanzaron hace unas semanas, se esconde la metáfora de "abandonar a su suerte algo que te pertenece", cuenta Latorre.

Y, a partir de aquí, los Vetusta han continuado con su lógica de comuna reaccionaria -todo se comparte, pero nada se hace como mandan los cánones de la maltrecha industria musical- que tan bien les funcionó con su trabajo anterior. "No tenemos una estrategia, hemos hecho un disco con 12 canciones que iremos presentado según las vayamos sintiendo", explica Baglietto. Mapas lo han compuesto en su local de ensayo. "Durante estos dos años nos reuníamos casi cada tarde para poner ideas en común y componer entre seis", recuerda Jorge González, percusión. "Cada uno deja, así, un poco de su personalidad en las canciones", apostilla Latorre.

Desde Tres Cantos, donde tienen su base de operaciones, Pequeño salto mortal -el sello discográfico que crearon para sacar su primer disco-, viajaron a Andoain para grabar en Sonobox con los productores Javier Carretero y Manuel Colmenero. "Ha sido un proceso más bonito porque hemos podido tocar juntos. El leitmotiv que define el disco". Su estancia en el País Vasco les ha permitido grabar en sistema analógico, en cinta y, así, han conseguido dar "un sonido más auténtico a las canciones", dice Baglietto.

La segunda criatura musical parece tener los filos tan limados que no hay resquicio por el que se quiebre la convicción inquebrantable de estos seis madrileños en su cartografía emocional. "Lo que sale de Vetusta es algo de lo que nos sentimos orgullosos, es el requisito. Y no es ir de sobrados, es simplemente que ya nos fustigamos lo suficiente a nosotros mismos como para tener en cuenta la presión ajena", sentencia Latorre.