La Rambla elige estatua... con formación teatral
El Ayuntamiento de Barcelona selecciona 30 representaciones humanas entre 81 solicitudes.- Los elegidos se conocerán en primavera
Elfos voladores conviven desde hace años con ciclistas lúgubres, fruteros estrafalarios u hombres sin cabeza y a nadie le asusta. Al contrario, se sacan fotos. Son la comunidad de estatuas humanas de La Rambla, una comunidad a la que le sobran vecinos. Por eso el Ayuntamiento de Barcelona ha decidido rebajar el número de inquilinos mediante un novedoso proceso de regulación que verá los resultados en primavera.
"Se busca estatua humana con formación teatral y experiencia demostrable para ocupar pedestal durante doce meses, en horario de mañana o de tarde". No es un anuncio publicado por el consistorio, pero podría serlo. De hecho, éstas son las condiciones establecidas en el reglamento para poder actuar en a lo largo del paseo.
Los aspirantes debían rellenar una solicitud de oposición, entregar su currículo y un book de fotos caracterizados en la Oficina de Atención Ciudadana de Sant Miquel o en la Oficina de Atención al Ciudadano de la calle de las Ramalleres. 81 solicitudes fueron recogidas durante el pasado mes de enero, para cubrir las solo 30 plazas -quince a cada lado de la calle-, que se han contemplado en la nueva normativa.
La puntuación de cada estatua será determinada por la formación teatral (cursos de arte dramático, talleres de artes plásticas y escénicas) que cada aspirante pueda presentar de forma documentada. Además, se valorará la experiencia en montajes teatrales, conocimientos de escenografía, así como el número de concursos o muestras de estatuas humanas de las que hayan formado parte.
Solo aquellas candidaturas que consigan cuatro puntos en esta primera criba pasarán a la segunda fase. Allí, un jurado compuesto por representantes del distrito de Ciutat Vella y de la Asociación "Amics de La Rambla" puntuará a cada estatua.
"¿Y qué pasa si tienes mucha experiencia en teatro pero no le haces gracia a nadie?". Son palabras de la representación de Charlot en el paseo. Viene de Bulgaria y desde hace cinco años se viste de mimo para divertir a los turistas. "Yo llevo poco tiempo en La Rambla pero ya la siento parte de mí. Como yo hay mucha gente sin experiencia teatral y para todos esto es un ya un trocito de nuestras vidas", asegura. Es el sentimiento mayoritario entre las estatuas del paseo. "Deberían tener prioridad aquellas estatuas que lleven más tiempo aquí. ¿Es que va a venir gente de fuera con más formación a quitarnos nuestro sitio?", se lamenta el Ciclista Macabro, otra de las estatuas con más historia en el paseo.
Los afortunados recibirán un carné personal e intransferible y un turno de trabajo: mañanas de 10:00 a 16:00 y tardes de 16:00 a 22:00. Aquellas estatuas que no entren en el cupo establecido pasarán a formar parte de una bolsa de trabajo y ocuparían el puesto de aquel compañero que se diera de baja durante los doce meses que establece el reglamento.
El futuro de una de las atracciones más reconocibles de Barcelona se enfrenta a la primera reforma de la comunidad del disfraz. El pelo de Charlot está en juego. "Para mí, que me quiten La Rambla, es dejarme calvo".
Babelia
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