El documental también se pasa al 3D

Después de arrasar en la ficción, el 3D también llega al documental. Con un proyecto pionero en España, el director de Toro y Torero, Carles Porta, ha presentado en la 14ª edición del festival DocsBarcelona una cinta en la que, afirma, "se incorpora por primera vez la tridimensionalidad al documentalismo". Josep Maria Aragonès, premio Goya 2002 a los Mejores Efectos Especiales por Buñuel y la mesa del Rey Salomón y estereoscopista del documental, aseguraba antes de su proyección que "el documental en 3D ha llegado para quedarse; no hay marcha atrás".

La estereoscopía aplicada al documental todavía se encuentra en fase embrionaria. El gran tamaño de la maquinaria empleada y la precariedad de esta tecnología parecen remar en contra de la naturaleza intrínseca del documental: la espontaneidad y la captura de lo que ocurre sin artificios que alejen al espectador de la realidad. Sin embargo, los impulsores de este proyecto parecen convencidos de la capacidad de este modelo de producto audiovisual. "Esta tecnología se acabará consagrando como en su día ocurrió con el cine sonoro o el color. El 3D no lo ves, lo vives", asegura Porta. Asimismo, el director del festival DocsBarcelona, Joan Gonzàlez, afirma que "cuando te acostumbras a la sensación de volumen es difícil volver atrás".

El documental Toro y Torero relata las historias paralelas de un matador, Antonio Ferrera, y de los astados a los que éste ajusticiará en la plaza. Gracias a la tecnología 3D, la cinta permite al espectador acercarse, como nunca antes en el mundo audiovisual, a la faena del diestro. En palabras de Carles Porta, "el documental impresiona por la plasticidad que imprime la tridimensionalidad". No obstante, las dificultades técnicas que implica el uso de esta tecnología determinan el desarrollo del proceso creativo. En ocasiones, tal y como asegura Josep Maria Aragonès, "la tecnología condiciona el proceso de preproducción, pero están apareciendo en el mercado prototipos de cámaras mucho más ágiles y económicas".

El festival DocsBarcelona, que ha experimentado un incremento de espectadores del 16,5% en los tres primeros días de certamen, ha presentado alrededor de 40 cintas en un intento de, en palabras del director del festival, "acercar el documental a todos los públicos independientemente de la edad, el nivel formativo o la preferencias temáticas". El documental de Patricio Henríquez y Luc Côté You don't like de truth es, asimismo, uno de los que ha congregado a mayor número de espectadores.

La cinta muestra la experiencia de Omar Khadr, un joven canadiense de 15 años prisionero en la base militar de Guantánamo. Los directores, que han tenido acceso a las grabaciones de las cámaras de seguridad del centro durante los interrogatorios a Kadhr, realizan una radiografía del caso de un niño acusado de asesinar a un soldado norteamericano. Henríquez afirma que "de Guantánamo solo sabemos lo que el Pentágono quiere mostrarnos". Sin embargo, asevera, con este documental "nos acercamos a lo invisible, a lo que escapa de nuestros ojos". El cineasta chileno asegura que el principal valor del documental reside en la capacidad de mostrar al público "la violencia psicológica, la incomprensión y el sarcasmo, que, en ocasiones, son más dolorosos que la violencia física".

La programación del festival continuará a lo largo del fin de este semana con la presentación de dos documentales del director galés Peter Greenaway. En el primero de ellos, el cineasta escruta el cuadro de Leonardo Da Vinci La última cena con una cinta que se proyectará hoy y mañana en la Filmoteca de Cataluña y en los Cinemes Girona, respectivamente. The wedding at Cana, del mismo autor, también podrá verse en ambas salas al finalizar la proyección del primer reportaje.

El DocsBarcelona, asimismo, aproximará al espectador a las zonas de guerra de la mano de las cintas Restrepo, en la que se acompaña a un destacamento militar norteamericano en Afganistán, y Armadillo, del documentalista danés Janus Metz. El director francés Alain Resnais, por su parte, descubre al público la crudeza de los campos de concentración nazis con el pase de Nuit et broudillard, un documental que ilustra la vida de los prisioneros en los campos de Auschwitz y Majdanek. La ceremonia de clausura tendrá lugar el domingo con la proyección del documental Empleadas y patrones, de Abner Benaim.