Teresita, la santa francesa

Todas las películas van cambiando de alguna manera a los directores o van perfilando su manera de enfrentarse a la vida y al trabajo. Pero hay casos más radicales que otros. Es el caso de Thérèse y Alain Cavalier , el cineasta francés de 79 años. Así lo confesaba hace pocos días en París, dentro de los encuentros de Unifrance . "Después de esa película nunca volví a trabajar en el cine del mismo modo. Después de Thérèse, abandoné el cine de ficción con actores y me he dedicado a realizar proyectos con personales reales, como los retratos de 24 mujeres que trabajaban en oficios manuales, otro filme político rodado del mismo modo que Thérèse, en estudios y sin decorados, o algo más personal que realicé en primera persona".

El encuentro de Cavalier con la santa francesa, conocida como Santa Teresita del Niño Jesús, ha sido un encuentro por etapas. De niño, estudiante en un colegio religioso, Cavalier conoció como todos los niños franceses la historia real de esta joven, alegre e idealista, que a finales del siglo XIX entra en un convento de clausura junto a sus tres hermanas. La dureza del convento y la falta de cuidados en su salud provocan que Thérèse muera de tuberculosis a los 24 años de edad. Pero ahí quedó la cosa hasta que con 45 años, el realizador encuentra por casualidad en una casa familiar el diario íntimo que la joven dejó escrito en el convento. "Me quedé muy conmovido", recuerda Cavalier. Volvieron a pasar otros años y el convento de las carmelitas, donde vivió la santa francesa, sacó a la luz una serie de documentos sobre la vida real de las monjas en su interior y más concretamente sobre Thérèse. "Se contaba todo, lo que comía, cómo se la trató médicamente, las penitencias a las que fue sometido... algo que en la época se consideraba absoluto secreto".

Con todos estos elementos, Cavalier se lanzó a la realización del filme con unos elementos bien especiales. Thérèse está rodada íntegramente en decorados interiores, sin paredes, con claroscuros, con imágenes alejadas del realismo. "Me interesaba retratar bien los rostros de las monjas, las manos, los tejidos de los hábitos y los objetos de la vida cotidiana, sin distracción alguna al espectador. Thérèse, interpretada por Catherine Mouchet, se presentó en el Festival de Cannes de 1986, en el que obtuvo el premio especial del jurado. Han transcurrido 25 años y en España se estrena hoy viernes. Su realizador, que confiesa que no ha vuelto a ver el filme -"no veo ninguno"-, explica que lo más interesante de esta decisión está en la tradición mística de personajes como San Juan de la Cruz y Santa Teresa de Ávila. "También soy consciente del aspecto de revuelta contra el catolicismo en España porque no hay que olvidar los excesos que se han cometido por parte de la Iglesia".

A Alain Cavalier, un hombre sereno que reflexiona mucho sus respuestas y que no tiene ninguna actitud militante ni a favor ni en contra de la religión, defiende lo que a él le conmovió de la historia de esta santa francesa. "Me apasionó la joven que vivió en el siglo XIX y que estaba enamorada de Cristo, un hombre muerto 2.000 años antes, esto me pareció digno de evocación".