Chopin "probablemente padecía epilepsia"
Un equipo de médicos españoles sostiene que las frecuentes alucinaciones de las que sufría el compositor se debían a la enfermedad
De repente veía criaturas raras emergiendo de su piano y obligándole a dejar de tocar y abandonar la sala. Un viaje a un monasterio con su amante George Sand fue "lleno de fantasmas para él", según escribió la misma Sand. Las frecuentes alucinaciones de las que sufría el compositor polaco Fréderic Chopin (1810-1849) se debían a una epilepsia lobular temporal, según un equipo de doctores españoles dirigido por Manuel Vázquez Caruncho, en el Complexo Hospitalario Xeral-Calde de Lugo.
En un estudio publicado en la revista Medical Humanities y recogido por la BBC, los médicos sostienen que son muchas las enfermedades que pueden causar alucinaciones (entre ellas la esquizofrenia). Sin embargo normalmente suelen ser ruidos, más que visiones. Por esto, la explicación más probable de las criaturas que salían del piano de Chopin es una epilepsia, según los médicos. Los mismos aseguran también que sin el soporte de un análisis médico moderno es difícil llegar a una diagnosis definitiva.
Para reforzar su tesis, Vázquez cita los testimonios de Sand y algunas de las cartas del mismo Chopin, entre otros documentos de la época. En una de esas cartas, dirigida a la hija de Sand, el compositor reconocía que, en medio de una sonata en un salón privado inglés en 1848, se había visto obligado a salir de la sala para recuperarse de la visión de las criaturas que salían de su piano. El láudano a base de opio que Chopin consumía es otra de las posibles explicaciones de sus alucinaciones.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.