"Woody Allen ha hecho mucho daño"
JUANJO SÁEZ Dibujante y ganador de un premio Ondas por 'Arròs Covat'
Es un hombre muy crítico porque está bien informado y tímido porque tiene cosas que decir. El afilado Juanjo Sáez recogerá mañana un premio Ondas a "mejor programa de emisoras no nacionales" por Arròs Covat, una serie de animación de Televisión de Catalunya que ha arrassado en internet y entre la crítica, factores que no suelen coincidir. Sáez es un barcelonés de barrio que ha visto como su cómic originalmente en castellano, Arroz Pasado, (Reservoir Books) ha recalado en producto cinematográfico. "Sorprende como trabaja el mundo del cine", asegura. La productora hacía trabajar más de la cuenta a los animadores y él tenía que "cerrar más" el story-board. Todos aprendieron para poder dar a luz a Xavi Masdeu, el neurótico protagonista que, según califica el autor en el libro, es "el típico tonto catalán, pusilánime y temeroso de la vida y una pizca antiguo en sus ideas morales".
'Arroz Pasado' es una novela gráfica del estilo de Sáez, manera de hacer que ya ha tenido mucho éxito con títulos hoy de referencia como El Arte, el íntimo Yo, otro libro egocéntrico o el divertido Viviendo del cuento.
El autor, un moderno que no es uno modernillo y que aún se siente hijo del barrio de La Sagrera confiesa que tenía la intención de que la historieta fuese el guión gráfico de la serie, pero eso no pasó. Juanjo Sáez no es alguien que comienza precisamente ahora en el mundo profesional, ha pasado por la publicidad "y no hay nada más duro que eso", pero "siempre había trabajado solo" y ahora ha tenido que arreglárselas con treinta personas y las complicaciones que se derivan de ello.
Y efectivamente, su obra es autobiográfica, no al ciento por ciento, pero es un reflejo. Y es que Xavi Masdeu ?que en la tele interpreta "perfectamente" la voz del actor y cantante Joan Dausà es un Juanjo Saéz maquillado. "La gente se pone siempre de parte del débil, pero en Xavi está entre la rabia y la ternura", confiesa Sáez que no quiere abrir demasiado su alma a pesar de relatar anécdotas de su vida con lápices y papel.
Se describe como "neurótico" y "amante de la soledad" a pesar de que le gusta estar con gente y es, en realidad, un hombre extrovertido. Si se pulsan las teclas adecuadas, si se va preguntando sobre como es su proceso descubrimos un Juanjo Sáez sensible, que está al tanto de la actualidad, que cree que la libertad del artista es la última cosa que se puede perder. "Soy un neurótico", insiste el dibujante. "Woody Allen ha hecho mucho daño", dice bromeando. Mañana recogerá un Ondas, ¿qué supone? "Pues más oportunidades de trabajo, pero soy escéptico con los premios". ¿Y con que no es escéptico este hombre?
El proceso de creación de Sáez es aparentemente sencillo: "Modestia aparte, a menudo, la historia me sale sola, también me pasa con los diálogos. Voy haciendo". No puede ser todo tan fácil. "Tal vez lo que es más difícil es establecer la trama, el marco", admite Sáez, que siempre que puede se pone la máscara de derrotista derrotado. Es un antihéroe en él mismo, una especie de Charlie Chaplin del siglo XXI.
Él es ahora una referencia en el mundo de la historieta ibérica, se sabe copiado o inspirador de otros, pero no le presta atención. En cambio, sí admite que él bebe de las fuentes que inauguró Javier Mariscal, más allá del Cobi.
Sáez, sin quererlo, se está convirtiendo en el portavoz de una generación que cree que hay demasiado información, que está cansada de estarse quieta y que no cree en sueño alguno. Pesar de eso, él no dejará de producir horizontes y vidas ejemplares. En febrero viene la segunda temporada de Arròs Covat en la televisión catalana y prepara un libro sobre un viaje largo que ha hecho a Vietnam.
Babelia
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