Un triángulo artístico en torno a Luis Gordillo
La Fundación Suñol dedica al creador una retrospectiva de los años 70 y 80
La conjunción de los tres hace de esta exposición algo especial. Por una parte, está el incombustible Luis Gordillo, artista enorme que siempre consigue inquietar y también divertir. Por la otra, José Suñol, el principal coleccionista de su obra, que en 2007 abrió en Barcelona una fundación en la que, además de enseñar sus fondos, se dedica a reivindicar a una amplia generación de artistas españoles que quedaron aparcados tras la resaca de los ochenta. Y, por último, el galerista, ya fallecido, Fernando Vijande, quien unió a artista y a coleccionista, viejo amigo de la infancia.
La unión de los tres convierte estas 85 obras de Gordillo -expuestas hasta el 29 de enero en la Fundación Suñol de Barcelona bajo el nombre Luis Gordillo. Sin título (provisional)- en un conjunto de fuerte carga emocional. Hay un poco de cada uno. Aunque no está identificada la procedencia de cada cual, está prácticamente entera la colección de gordillos de Suñol, también muchas obras del fondo Vijande -según explica Sergi Aguilar, director de la fundación, en manos de unas personas que quieren mantener el anonimato-. También hay obras que ha aportado el artista, en su mayoría dibujos, fotografías o documentos -antiguos y sobre todo actuales- que permiten ver no tanto el proceso de creación de las obras, que también, sino sobre todo cómo va dándole vueltas al mismo tema décadas después.
"Corto las series muy pronto porque tengo un ansia demasiado grande de salirme de ellas en cuanto pienso que me repito", comentaba ayer el artista. "Pero después, cuando recupero cualquiera de estos trabajos es como si resucitara el monstruo que llevaba dentro". Viendo, por ejemplo, la Serie Peter Sellers (1978) se comprende que Gordillo haya inspirado a toda una generación de artistas españoles. "Al principio tuve tres períodos", explicaba ayer locuaz. "Por una parte había una influencia informalista importante, sobre todo cuando vivía en París. A la vuelta me di cuenta de que aquello estaba acabado y me dejé arrollar por el pop americano y, después, estaba la influencia de la geometría porque era lo que estaba en la línea del marxismo estético de la época. Yo lo mezclé todo y creo que esta difícil síntesis ha sido mi aportación".
Gordillo, que ha diseñado él mismo el montaje de esta exposición huyendo de la cronología, insiste en que nunca se ha considerado un artista abstracto: "Siempre hay corporalidad o sociedad en mi obra".
Babelia
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