La taquilla o la lógica

Un antihéroe urbano que lucha por amor, peleas con estética de videojuego vintage, mucho rock indie y un plantel de nuevo culto con Michael Cera, Jason Schwartzman, Anna Kendrick y Kieran Culkin. ¿Será la madre de todas las pelis de cómics?

Pocas adaptaciones son tan fieles como esta de Edgar Wright (Zombies party) del tebeo del canadiense Bryan Lee O'Malley. La premisa es sencilla: Scott Pilgrim, gandul a tiempo completo y guitarrista de un grupo indie a tiempo parcial, tiene que luchar contra siete ex novios malignos para conseguir a la chica. La factura es fiel hasta en las onomatopeyas como ¡Bang! y ¡Pum! integradas en pantalla o los rayos que salen de su rasgueo de guitarra. "Rodamos siguiendo un storyboard sacado directamente del cómic", se chiva Kieran Culkin, que interpreta al compañero de piso gay y mejor amigo del prota, Michael Cera, un marciano posadolescente sin teléfono móvil. A pesar de transcurrir en el Toronto actual, sus protagonistas viven la nostalgia por las viejas videoconsolas, sin Mac, y protagonizan luchas con tufillo a Street Fighter. "Son referencias universales, conectan con todos. No hace falta que juegues a videojuegos o leas cómics", comenta Mary Elizabeth Winstead, en la cinta Ramona, el objeto de amor de Pilgrim. "De hecho, yo no conocía el cómic", se baja los pantalones Cera. "Pero es una carta de amor definitiva".

A su favor: mezcla a Tarantino con Hughes. Guillermo del Toro, adicto al cómic, se apuntó a dar consejos para las luchas. Y la banda sonora tiene tres temas exclusivos de Beck.

En contra: su reverso se llama Sylvester Stallone, que con Los mercenarios se la merendó en la taquilla estadounidense. De los 60 millones de dólares que ha costado recuperó solo 10 en su primer fin de semana.

Factor taquillazo: es la cinta más comentada en Twitter. Estreno: 10 de diciembre.

DC, la factoría de cómics, prosigue su batalla contra Marvel planteando una nueva saga superheroica.

Green Lantern es uno de los personajes más queridos de DC. ¿Por qué? "Porque es un tipo normal que pasa de un día para otro a formar parte de una élite intergaláctica de policía espacial", resume Ryan Reynolds, el protagonista, que estos días aumenta su credibilidad con Enterrado, de Rodrigo Cortés. Los superpoderes se los confiere un misterioso anillo verde que le entrega un extraterrestre moribundo. "Nuestro héroe, un piloto de pruebas, no sabe muy bien qué acepta. Sus únicos poderes en un principio son la imaginación y las ganas de comprender su nuevo cometido", apunta, misterioso, el director, Martin Campbell (Casino Royale).

El traje, por primera vez, ha sido enteramente creado de manera digital. Ni látex ni spandex. Peter Sarsgaard, el supervillano cabezón Hector Hammond, no tuvo igual suerte. "Hubo días en los que mi única parte visible de pezones para arriba era la punta de la nariz. Los de maquillaje la dejaban para que no perdiera la cabeza", dice serio sin reír su propia ocurrencia. La cinta aspira más al desenfado de Iron Man que a la seriedad de El caballero oscuro. "Así es como debe ser DC", se atreve Reynolds.

¿Qué nos espera?: una cinta que podría ser de serie B con un equipo de clase A.

Superhéroe pluriempleado: por si este no funciona, Reynolds tiene pendiente una peli propia de Deadpool, el héroe mercenario que descubrimos en Wolverine. Sin olvidar que quien le espera en casa es la Viuda Negra de Iron Man, Scarlett Johansson.

Factor taquillazo: a casi un año de su estreno, Warner ya ha encargado el guión de la secuela.

Estreno: verano de 2011.

El "otro" superhéroe verde enmascarado, en realidad no tiene poderes. Ni el torso de Ryan Reynolds. El cómico Seth Rogen cambia de tercio para ejercer de editor que por las noches lucha contra el crimen. Solo alguien como Michel Gondry podría afrontar tal hazaña.

En boca de Seth Rogen, The Green Hornet es la película no: no está basada en un cómic, no es una parodia y no hay superhéroes en leotardos. A punto estuvo de no ser ni película. El proyecto, inspirado en el serial radiofónico de los años treinta que más tarde fue teleserie y cómic, pasó por mil manos (Kevin Smith, Edgar Wright, Stephen Chow o James Wan) antes de encandilar a Rogen como actor y guionista y a Michel Gondry (¡Olvídate de mí!) como realizador. "Sabía que era el hombre que necesitaba para hacer algo diferente con mi carrera", confiesa el cómico Rogen, que perdió 15 kilos para luchar contra el crimen: "No es por estética, sino por sentirme más energético", recuerda.

Gondry se vio con un presupuesto de 75 millones de euros. "Para qué negarlo. Estaba cansado de desarrollar técnicas para otros, pero nunca contar con medios para expresarme en las mías", se desahoga.

Jay Chou es Kato, el colega de aventuras que popularizó Bruce Lee en su día. "La cinta está marcada por la química entre dos personas tan diferentes", advierte Rogen, olvidando a su interés amoroso, Cameron Diaz.

¿Qué ofrece?: la inventiva de Gondry, que describe: "Construir la redacción de un periódico para luego destruirla fue todo un placer". "Solo comparable a mi cara de pánico al rodar escenas de acción sin efectos digitales", añade Rogen.

En contra: un tráiler engañoso, retrasos en la producción y la marcha de Nicolas Cage.

Factor taquillazo: si Rogen nos convenció como galán en Lío embarazoso, puede vendernos lo que quiera.

Estreno: enero de 2011.

Robert Rodríguez nos sirve su última delicatessen: sexo, sangre y sacrilegio en el nacimiento de la mexploitation.

Durante tres años no fue más que un tráiler falso. "Machete es el primer superhéroe mexicano", resume rotundo su creador, Robert Rodríguez, olvidándose que eso ya lo hizo antes con El Mariachi. No importa, porque este vengador justiciero con la cara de piedra de su actor fetiche Danny Trejo y el abrigo lleno de puñales buscando diana nació en realidad hace 16 años, mientras rodaba Desperado. Era una idea sin rumbo que en principio no llegó más que a ser el apodo de Trejo en Spy Kids; "tío Machete" le llamaban. "Pero después del tráiler en Grindhouse hasta se me acercó un tipo de estos que llevan la Virgen de Guadalupe grabada en la espalda para enseñarme su tatuaje de Machete", se ríe Trejo, que admite que ha llegado el papel de su vida.

Con Rodríguez no hizo falta mucho dinero. Fue cosa de ingenio, amigos y carne. La de sus amigas Jessica Alba, Michelle Rodríguez y Lindsay Lohan. "Es posproducción. Yo rodé con ropa interior porque soy tímida y es mi amigo. Luego me la quitaron digitalmente", suelta Lohan como un jarro de agua fría. Michelle Rodríguez quiere conocer al técnico salido que puso pezones al cuerpo de Alba.

¿Ofrece lo que promete?: en la obra de Rodríguez, todo es excesivo. Y le pierde su devoción por la serie B, Z, X o como quieran llamarlo. Quizá por eso decepcionó a su paso por Venecia.

En contra: se da de bruces con la ley SB1070, "la antiinmigrante", firmada en Arizona.

Factor taquillazo: con 13 millones de hispanos entre los espectadores habituales en Estados Unidos, ¿quién teme la polémica?

Fecha de estreno: 1 de octubre.

Zack Snyder se embarca en una personalísima cinta de fantasía, acción y chicas de escueto vestuario que saltan del cabaré a la Segunda Guerra Mundial combatiendo dragones y robots. Christopher Nolan abrió la puerta a la multidimensión con Origen. Ahora hay barra libre.

300 con tetas. Eso es lo que tanto Hollywood como los seguidores de Zack Snyder (Watchmen) esperan de Sucker Punch. Y las primeras imágenes del filme, montadas en especial para esa cita obligada que el director tiene cada año con la Comic Con, dieron en el clavo. Imágenes viradas, violentas, sangrientas, oníricas, con mucho muerto, mucha cámara lenta y mucho escote. Seis para ser precisos. El de Emily Browning, la recién llegada que se quedó con el papel de Babydoll cuando Amanda Seyfried no se pudo quitar la sacarina de encima (ni sus compromisos con la serie Big love), Abbie Cornish, Vanessa Hudgens, Jena Malone, Jamie Chung y, por supuesto, el de la nueva Sigourney Weaver del cómic hecho película, Carla Gugino. "Hago de psiquiatra, dominadora, coreógrafa y madame. Ya se sabe que las mujeres pensamos en todo". Así describe la actriz su papel en este "Alicia en el país de armas tomar", como resume juguetón Snyder, porque la cinta, centrada en un psiquiátrico, maneja muchos niveles de irrealidad. Lo único real aquí son los cuerpos de esta milicia femenina, puestos a tono en un campamento militar.

¿De dónde sale?: de la mente calenturienta de Snyder. "Tras 300 me preguntaban qué pasaba conmigo y el homoerotismo. Quise demostrar lo mucho que me

gustan las mujeres".

Los riesgos: tras adaptar obras de Frank Miller, Alan Moore o Kathryn Lasky (La leyenda de los guardianes, de estreno este otoño), se lanza sin red a ponerse creativo. Da algo de miedito.

Factor taquillazo: ¿acaso no han visto el tráiler y los pósteres?

Estreno: primavera de 2011.