_
_
_
_

Tú vete a Shangai, que yo me quedo en Madrid

Maya Hansen y dos costureras bordan sus corsés en un taller de Madrid. Anjara García lleva tres años en Shangai, donde compra y produce en fábricas. Dos formas de diseñar con un mismo objetivo: hacerse un hueco en la moda

El diccionario de la moda, entre las etiquetas de joven diseñador y creador emergente, incluye seres reales que se sacuden el glamour aparente. Anjara García corretea descalza por un pequeño taller de Shangai, como una pieza más del engranaje de producción. Maya Hansen lucha desde un taller de Madrid por sacar los corsés de debajo de la ropa. Belén Barbero ha tenido que convertirse en 'cazareliquias' por el mundo para crear Beba's Closet. Diferentes opciones para consolidarse en el duro mundo de la moda. Las tres se verán las caras el próximo 17 de septiembre en las pasarelas Ego y Off, ambas de Cibeles.

Anjara García (Sevilla, 1980) se trasladó hace tres años a Shangai. "No sabía qué hacer con mi vida, si dejar la moda o continuar. Todo el mundo se venía a China, pedí un crédito en el banco para descubrir que había aquí", cuenta en conversación telefónica desde el país asiático. Allí encontró un pequeño taller y un sinfín de fábricas en las que producir otros tantos tejidos. "Hago un prêt-à-porter de alto nivel que en España no podría hacer. El que quiera ser algo en la moda tiene que venir aquí ya", dice en tono casi dogmático.

Las cifras ratifican sus palabras. La crisis internacional redujo en un 2,3% la salida de productos textiles de las fronteras españolas en 2009, según datos de la Federación española de Empresas de Confección (Fedecon). Aún así, como otros, Hansen y Barbero luchan contra las estadísticas y posibles mudanzas. "Es cierto que más de la mitad de mis ventas a través de Internet son en Inglaterra, Alemania, Estados Unidos y en Japón. Pero produzco aquí. Quiero apostar por producciones pequeñas y de calidad", cuenta Hansen (Madrid, 1978) en su taller del distrito de Villaverde, en la periferia de Madrid. Rodeada de corsés, en un espacio con reminiscencias del siglo XVIII que sirve de escaparate y atelier, reconoce que tras años de trabajo se ha hecho con un gran número de proveedores internacionales. "Lo que quiero conseguir es que en España crean que el corsé puede ser una prenda básica como pasa en Berlín o Londres", dice.

Belén Barbero, 32 años, representa el paso anterior. La madrileña guarda en su vestidor diseños tanto de colección como hechos por encargo que elabora, exclusivamente, en Madrid. Pero quiere abrir miras. Su objetivo para el año que viene es buscar proveedores y compradores en el exterior. "La alta costura sólo se puede hacer en Europa", dice Barbero en su pequeño estudio del céntrico barrio de Salamanca, muy acogedor. "Lo mismo sucede con la costura a medida. Hay que hacerla en casa para controlar todos los detalles".

Al día siguiente de la presentación de Maya Hansen en la pasada edición del Ego, con una colección inspirada en el Heavy Metal por petición de la presentadora Pilar Rubio, las visitas a su página web subieron de 300 a 1.000. Sus corsés no aparecieron en las revistas de moda de cabecera, pero sí en muchos de los blogs de tendencias que pueblan la red. "Estas páginas de Internet son un arma de doble filo", apostilla Belén Barbero, asidua también en este tipo de espacios, "al no formar parte del engranaje del sector, tienen tanta libertad que igual que te ayudan a darte a conocer, te pueden destruir".

"Cogía el teléfono y la frase más repetida era, 'me encantan los corsés y no sabía que se hacían en España'", recuerda. Esos reclamos tienen una respuesta de producción de 100 corsés al mes con la ayuda de dos personas en su taller de Villaverde y otras 11 en una fábrica externa, también en la capital. El precio medio ronda los 200 euros para unas piezas con un mínimo de trabajo de entre dos y tres días. "Cuanto más caro, más vendemos", sentencia Hansen. "Se considera una prenda exclusiva en la que invertir. Por eso el mundo no se acaba después de Cibeles". Además de las ventas a través de la red, con dos pases al año en Berlín y Londres consigue colocar el 30% de su producción. "Es lo que tiene España. Sales fuera y te empiezan a valorar".

Pese a la fuga de costuras, Belén Barbero confía al "100%" en el futuro de la moda en España. "Lo que pasa es que el modelo de negocio que impera no funciona", dice la diseñadora, que estudió Económicas. En cuatro años su empresa, de la que es dueña y diseñadora, patrón que se repite en el caso de las tres diseñadoras, no ha dejado de crecer. "La costura a medida, en mi caso, es una gran escuela y una forma estupenda de empezar, pese a la crisis. En precio puede ser similar a comprarte algo de una gran marca, pero la cliente sabe que esa prenda tiene un poquito de ella y la calidad", explica.

Tres formas de plantearse su producción y el futuro de su marca, con un decálogo que se repite: recoletos espacios en los que sudar la camiseta en compañía de tres o cuatro costureras; polivalencia profesional, ya sea como diseñadora, empresaria, representante de prensa, atención al cliente,...; proyecto viajero para conseguir reconocimiento; y ganas, muchas ganas, para conseguir la sonrisa al final del desfile. La prueba del algodón será el próximo 17 de febrero, cuando Maya Hansen demuestre que en los corsés también pueden volar aves acuáticas en colores pastel. O cuando Anjara, juguetee en Off (desfila en la calle Atocha 8, fuera de Ifema) con mil y un botones, los cortes y las formas orgánicas. Incluso cuando Beba's Closet transforme la pasarela en cualquier verano de antaño que ha encontrado en las fotos antiguas de sus abuelos y su madre, en el que el mejor complemento eran las alpargatas y una bici.

La diseñadora sevillana, Anjara, presentará su segunda colección en Cibeles Off.
La diseñadora sevillana, Anjara, presentará su segunda colección en Cibeles Off.
Belén Barbero en su estudio taller de la calle Lagasca, en Madrid.
Belén Barbero en su estudio taller de la calle Lagasca, en Madrid.MOKHTAR ATITAR

Babelia

Las novedades literarias analizadas por los mejores críticos en nuestro boletín semanal
Recíbelo

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_