Malkovich en versión teatro
El artista estadounidense presenta en Bilbao 'The infernal comedy' - La obra está escrita para orquesta barroca, dos sopranos y un actor
Lo que más les gusta a John Malkovich (Illinois, 1953) del teatro es su carácter efímero, "al igual que la propia vida. No se graba, no queda constancia. Algo que no sólo se ve cuando cambias de ciudad o de público, sino cada noche". El actor lleva desde hace dos años disfrutando de la fugacidad de las tablas con The infernal comedy, una obra lírica sobre Jack Unterweger, un asesino en serie austríaco condenado en los años noventa por la muerte de al menos 11 prostitutas y que acabaría suicidándose en su celda.
La obra, de momento, sólo se ha representado en Santa Monica, California, y en un puñado de ciudades europeas. Ayer le tocó el turno a Bilbao, en el Teatro Arriaga, desde donde viajará a Tarragona y Málaga. Malkovich no sólo encarna al homicida también codirige The infernal comedy junto a Michael Sturminger.
El actor subraya el carácter efímero del teatro frente al cine
El trabajo se inspira en Jack Unterweger, un asesino que mató a 11 prostitutas
La obra, idea original de Martin Haselböck, está diseñada para orquesta barroca, dos sopranos y un actor. Bernarda Bobro y Marie Arnet ponen voz a la música de Vivaldi, Haydn y Mozart, entro otros, y representan a las víctimas de Unterweger.Una conjunción de melodramas, con ingredientes del siglo XVIII y del XXI.
Y un protagonista, la música, con el que Malkovich según reconoció ayer en una rueda de prensa en el Arriaga no está acostumbrado a trabajar. "Soy una de tantas personas que no saben nada de música clásica. Además, la música puede ser impactante, pero lo importante es descubrir su impacto en una obra de teatro como ésta", señaló el actor. "Lo más difícil es encontrar tu lugar. La música es inamovible, no se puede atravesar, hay que aprender a serpentearla y en ocasiones supone darse de bruces contra un muro".
A Unterweger, poeta, escritor y periodista, una campaña impulsada por políticos e intelectuales le sacó en 1990 de una cárcel austríaca en la que cumplía cadena perpetua por su primer asesinato, cometido en 1974. Era ejemplo de rehabilitación. No tardaría en volver a los viejos vicios, cobrándose la vida de 11 prostitutas en varios países de Centroeuropa y en Los Ángeles. "Una de tantas matanzas" de las que Malkovich aseguró comprender la fascinación que levantan este tipo de sucesos. "Lo entiendo desde el punto de vista del alivio, del desahogo que puede sentir una persona al ver que no es una de las víctimas de un asesino en serie".
El artista, con otros proyectos en marcha como Transformers 3, aborda todos sus compromisos con igual espíritu. "Todo es trabajo" explicó tajante. Lo importante para Malkovich es "cómo representar bien un personaje". Y el guión, intocable. "He visto en cine como se han cambiado determinadas frases porque algún actor no las ha querido recitar. Para mí es lo más importante, siempre me atengo a la historia, es lo que me inspira más respeto". Con un currículum que abarca cerca de 70 películas, como actor, director o productor, libertad, sólo para interpretar.
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