Borrado un 'graffiti' de Banksy en Melbourne
El alcalde de la ciudad australiana sostiene que fue "un error" pero le resta importancia al decir que "tampoco se trata de la Mona Lisa"
Un equipo de limpieza municipal de Melbourne (Australia) ha borrado, por error según las autoridades, un graffiti del famoso y esquivo artista británico Banksy, considerado la quintaesencia del arte callejero y activista de esta forma de expresión. La imagen atribuida a Banksy, un ratón paracaidista realizado con plantilla, se encontraba en la popular callejuela de Hosier Lane, considerada la meca de las pintadas en esa ciudad australiana.
El ratón saludaba a los viandantes de Hosier Lane desde 2003, cuando se cree que visitó Melbourne Banksy, cuya identidad real se desconoce pese a ser una de las grandes figuras internacionales de la cultura pop de las últimas décadas. Fueron los vecinos quienes exigieron la limpieza del callejón porque se encontraba en malas condiciones y habían proliferado las firmas, así que el ayuntamiento llamó la semana pasada a los limpiadores para que borraran todos los dibujos de las paredes, en las que las autoridades no habían dado permiso para pintar.
La comunidad graffitera de Melbourne ha protestado a través de los medios de comunicación por la desaparición de una de las pocas obras que el artista dibujó en el centro de la ciudad. El alcalde de la población, Robert Doyle, ha lamentado a través de la radio ABC la pérdida, pero ha asegurado que se trata de "un error" y ha restado importancia al asunto diciendo que "tampoco se trata de la Mona Lisa". "Lamentablemente, no advertimos a la empresa de limpieza de que ésa era una pieza importante. Por desgracia, ésa es la naturaleza del arte en graffiti, que es muy vulnerable", ha dicho con algo más de tacto la jefa de los servicios municipales, Kathy Alexander, a una radio local.
"Banksy estuvo aquí"
Se trata de la segunda vez que le borran una obra, al menos que se sepa, aunque en el primer caso ni fue ni ignorancia ni error, sino censura. En octubre de 2008, las autoridades locales del distrito de Westminster, en el centro de Londres, ordenaron que se eliminara un mural de siete metros que contra la proliferación de la videovigilancia, que, a su parecer, está convirtiendo Gran Bretaña en un Gran Hermano. En la propia Melbourne tampoco es el primer ataque que sufre. Unos vándalos lanzaron pintura sobre un mural del artista con un buzo en gabardina en 2008. Aunque fue protegido por una lámina de metacrilato, vertieron nuevamente pintura, que se coló tras la protección, y escribieron las palabras "Banksy estuvo aquí". Esta suma de despropósitos ha llevado a Alexander a prometer que el ayuntamiento revisará la política de protección de obras famosas o significativas. "En retrospectiva, debimos haber actuado antes para proteger todas las obras de Banksy", ha declarado.
Es muy poco lo que se sabe de Banksy, aunque se cree que nació en 1974 cerca de Bristol, al oeste de Inglaterra, ciudad donde comenzó su actividad de grafitero a finales de los ochenta, como parte de un grupo conocido como DryBreadZ Crew. Pasó de ser un artista callejero y desconocido más a convertirse en un importante referente de la escena artística mundial en 2003, tras una exposición en el bohemio barrio londinense de Shoreditch. Su popularidad se disparó cuando comenzaron a coleccionar su obra famosos del mundo del espectáculo como Brad Pitt o Cristina Aguilera, y Banksy recurrió a otros medios más tradicionales, sin abandonar los graffitis. Sus lienzos se venden por cientos de miles de libras la pieza en las mejores casas de subastas y, por ejemplo, una pared de Londres con un dibujo suyo se adjudicó por 208.100 libras (entonces casi 275.000 euros) en una puja por internet en la que hubo hasta 69 ofertas en 2008.
A su notoriedad ha contribuido que sea un artista anónimo. Su identidad es un secreto, sólo conocida por un reducido círculo de amigos y socios. Sólo ha concedido una entrevista a un periódico y nunca asiste en público a sus exposiciones. Ha expuesto en museos de Estados Unidos e Israel y en 2009 por primera vez en Reino Unido, en el municipal de Bristol. Sus obras son con frecuencia mensajes abiertamente políticos, de carácter anárquico y provocador, con una fuerte carga de humor y subversivos del orden establecido. Con frecuencia utiliza imágenes icónicas muy conocidas, muchas veces de la propia historia del arte, que manipula para darles un sentido contrario al original.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.