El PP acusa a Zapatero de impedir "a los valencianos llegar al mar"
Vecinos de Madrid se concentran ante Cultura y el PP en apoyo de El Cabanyal
El PP dispone ya de argumentario propio sobre lo ocurrido la semana pasada en el barrio valenciano de El Cabanyal, donde los derribos de casas ordenados por la alcaldesa Rita Barberá, del PP, derivaron en protestas de los vecinos y en una contundente carga policial.
"El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, impide a los valencianos el derecho a llegar al mar", recoge el argumentario de los populares, publicado en su página web.
Los populares, que se apoyan en el último artículo que la alcaldesa Rita Barberá ha colgado de su blog, reducen las protestas vecinales a "un montaje político sin fundamento" y agregan que "la mayoría de los alborotadores", en referencia a los manifestantes, no residen en el barrio. El PP concluye que el plan que prolonga la avenida de Blasco Ibáñez hasta el mar -a costa de derribar unos 450 inmuebles- supone "el cumplimiento de un sueño centenario" de la capital.
Más allá de la polémica política en torno al plan urbanístico, el ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, trasladó al alto mando policial que los agentes "deben usar siempre la fuerza mínima necesaria y proporcionada". Según dijo, ese es el proceder "habitual de la policía española", pero matizó que ha solicitado que se "recuerde". La Delegación del Gobierno en la Comunidad Valenciana ha abierto una investigación para analizar la acción policial.
La plataforma ha recibido numerosas adhesiones de asociaciones vecinales de toda España. Ayer, los vecinos de Madrid se manifestaron ante el Ministerio de Cultura para apoyar al barrio. Los primeros en aparecer en la Plaza del Rey, frente al ministerio, fueron los valencianos. Habían llegado a Madrid en autobús. Eran unos 50 la mayoría de Salvem el Cabanyal y las asociaciones de vecinos Pavimar y del Cabanyal-Canyamelar. No se olvidaron de ponerse sus camisetas negras con dorsal a la espalda, como si fueran jugadores de fútbol. "Somos un equipo", explicaba Joseba, de Navarra, que vive en Canyamelar.
Al final, fueron más de un centenar de personas, la mitad de ellos madrileños. Varias asociaciones, (Como Salvemos los Cines y Teatros de Madrid o Salvemos la Casa de Campo), convocaron la concentración unidas bajo el nombre Asociación Madrid y Patrimonio. El objetivo era pedir "el cese del delegado del Gobierno de Valencia, Ricardo Peralta, la paralización de los derribos en El Cabanyal y su protección como bien de interés cultural".
Los días 6 y 8 de abril, cuando los policías nacionales acompañaban a la excavadora que iba a ejecutar los derribos, se encontraron a decenas de personas esperándoles sentados. Arremetieron contra ellos, varios resultaron heridos. Entre ellos, Bartolomé Lobato, de 76 años. Tras su boina y las gafas de sol, se adivinaba que es un vecino de toda la vida. "No nos dio tiempo ni a levantarnos. Es una vergüenza", explicaba.
Las consignas que se escucharon no difirieron mucho de las usadas en Valencia. "Vergüenza me daría ser policía", "Rita culpable, Peralta responsable", fueron algunas de ellas. En el comunicado que se leyó, hubo agradecimiento al apoyo del ministerio y a los convocantes. La manifestación siguió frente a la sede nacional del PP.
Ya en la calle de Génova, las furgonetas de la policía nacional empezaron a llegar. De unos 10 vehículos se fueron bajando los agentes, que se aseguraron de que sólo dos personas entraran al edificio para entregar una carta a Mariano Rajoy. El texto le hacía "corresponsable" de la gestión de la alcaldesa de Valencia, Rita Barberá. "Según llegaba más policía, la gente abandonaba la concentración, con la promesa de un viaje para los madrileños presentes. "Se está preparando un viaje al Cabanyal, previsto para el 19 de junio", animaban desde la organización. "¡Eso será si aún queda Cabanyal!", bromeó alguien en voz alta.
Babelia
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