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Reportaje:

El nacimiento de la música

La Orquesta de Alumnos prepara en Eibar sus próximos conciertos en Euskadi y Venezuela.- La formación reúne a jóvenes de 12 a 18 años

De la clase de Comercio Internacional escapan varios acordes, combinados con el ruido de los botes de una pelota de baloncesto. La Facultad de Ingeniería Técnica Industrial de Eibar cuenta estos días con nuevos inquilinos: casi 90 jóvenes de entre 12 y 18 años, procedentes de los conservatorios y escuelas de música de todo el País Vasco. Ellos integran la Orquesta de Alumnos de Euskadi (EIO, en sus siglas en euskera). Durante cuatro días (hasta el próximo sábado) convivirán en la facultad como en un internado para ensayar sus próximos conciertos.

La formación nació hace cinco años para unir a los alumnos de los tres conservatorios vascos y cuenta con el respaldo de Educación. "La idea era abarcar un repertorio sinfónico grande, algo que cada centro no puede hacer por su cuenta. Y, sobre todo, el proyecto buscaba animar a los chicos, que se conociesen y que experimentasen lo que supone formar parte de una gran orquesta", explica Iñaki Lagos, profesor de violín del Conservatorio de Vitoria y coordinador de la EIO.

Las pruebas para entrar en la formación atraen cada año a unos 200 aspirantes
Los alumnos ensayan durante su concentración una media de ocho horas al día

Hace un año, el proyecto se abrió a los demás centros musicales de la comunidad. Cada mes de septiembre, las pruebas para entrar en la formación atraen a cerca de 200 aspirantes.

La orquesta ofrece tres conciertos al año, uno en cada provincia, y cada dos años sus promotores intentan programar alguna actuación en el extranjero. Este año, tras actuar en el Teatro Amaia de Irún (el próximo sábado), en el Conservatorio Juan Crisóstomo de Arriaga de Bilbao (17 de abril) y en el Jesús Guridi de Vitoria (18 de abril) viajarán a Venezuela. "Es un proyecto increíble", destaca Lagos. Allí interpretarán el 26 de abril un concierto en solitario y el 1 de mayo otro junto a una de las renombradas orquestas juveniles de aquel país.

Ainhoa, flautista vitoriana de 17 años, considera "algo muy, muy guay" la oportunidad de poder tocar en el país que se ha convertido en el referente mundial de las orquestas infantiles y juveniles.

A su lado, Aitor, fagot, también de 17 años y de la capital alavesa, explica: "El objetivo es pasárselo bien y aprender. Es muy interesante poder tocar en una orquesta con un alto nivel de repertorio".

Lagos añade otro sustantivo: "Humildad". "Aquí no sólo aprenden cuestiones técnicas, les enseñamos que la competitividad no vale. Todos nos dirigimos hacia un fin y remamos en esa dirección. Hay que amoldarse al grupo", apunta. Y subraya la disponibilidad y sacrificio de los alumnos: "Se están perdiendo sus vacaciones para ensayar una media de ocho horas diarias", además del trabajo que van acumulando durante el año.

"Es como si estudiásemos en dos institutos. Cuando llega la época de exámenes en el colegio tienes que aparcar el instrumento, y justo después llegan los del conservatorio. Es muy duro, pero merece la pena si te gusta", concluye Aitor.

Seis violonchelistas de la Orquesta de Alumnos ensayan en su concentración en Eibar.
Seis violonchelistas de la Orquesta de Alumnos ensayan en su concentración en Eibar.LUIS ALBERTO GARCÍA
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