La sentencia ratifica la pena pactada por Cearsolo con el fiscal
El ex director financiero del Guggenheim es condenado a tres años y medio
El ex director financiero del Guggenheim, Roberto Cearsolo, ha sido condenado a penas que suman tres años y medio de prisión por los delitos continuados apropiación indebida y falsedad en documento mercantil al haberse apropiado de más de medio millón de euros de las cuentas bancarias de las sociedades que gestionan la compra de obras de arte y el edificio del museo. La Audiencia Provincial de Vizcaya ha ratificado en su sentencia los términos del acuerdo alcanzado el pasado mes de septiembre entre la fiscalía y Cearsolo, aceptado también por el Guggenheim, que ejercía la acusación particular.
Cearsolo se enfrentó al proceso por el desfalco en el Guggenheim sin antecedentes penales, pero la pena de tres años y medio comportará su ingreso en prisión. En estos casos, cuando el condenado cumple un tercio de la condena se suele solicitar la aplicación del tercer grado (el régimen de semilibertad que permite el contacto con el exterior) y progresar después hacia la libertad condicional.
Proceso judicial
El Museo Guggenheim despidió y denuncio por desfalco a su director financiero, Roberto Cearsolo, en abril de 2008, cuando confesó por carta el desvío de dinero a sus cuentas.
Cearsolo reconoció su culpabilidad al iniciarse la investigación de las cuentas solicitada por el Parlamento vasco para aclarar las pérdidas en operaciones de cambio de divisas.
En septiembre de 2009 el acusado aceptó la pena de tres años y medio de cárcel.
Aún quedan por restituir 118.582 euros del medio millón desfalcado
La aceptación de la petición del fiscal por las partes ha agilizado la resolución al convertir la vista oral en un trámite de ratificación. Como consecuencia de la conformidad, no es ni siquiera necesario que la sentencia exponga los fundamentos legales que sostienen la calificación de los delitos.
Cearsolo, al frente de las cuentas del Guggenheim desde 1997 hasta la confesión del desfalco en abril de 2008, es condenado por ingresar en cuentas abiertas a su nombre y al de familiares un total de 556.482,06 euros procedentes de la Tenedora (sociedad creada por el Gobierno vasco y la Diputación de Vizcaya para la compra de la colección de arte del Guggenheim) y la Inmobiliaria (propietaria del edificio del museo). La Tenedora sufrió un desfalco de 341.848,58 euros y la Inmobiliaria de 214.633,48. Las operaciones se realizaron entre 1998 y 2005, años en los que no se realizaron auditorías externas en las citadas sociedades.
La sentencia establece que el ex director financiero "con el fin de obtener un beneficio ilícito" derivó el dinero mediante transferencias a través de Internet y emitiendo cheques y talones en los que falsificó la firma del director general del Guggenheim, Juan Ignacio Vidarte, apoderado de ambas sociedades. Para ocultar el desvío de fondos, Cearsolo arrancó hojas de los libros de contabilidad y alteró diversos asientos.
La confesión de los delitos y la devolución de parte del dinero desviado a sus cuentas ha sido considerado atenuante de los delitos de falsedad en documento mercantil y apropiación indebida, respectivamente. La sentencia ha valorado como agravante el "exceso de confianza". Cearsolo ha devuelto en varias entregas 437.900 euros, por lo que le quedan por restituir 118.582,06 euros.
Babelia
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