El milagro de Fedra
Miguel Narros, Enrique Morente, Lola Greco y un puñado de grandes creadores abren el 55 Festival de Teatro de Mérida mostrando la excelencia de las artes escénicas
La representación de Fedra anoche en el Teatro Romano emeritense inaugurando la 55ª edición del Festival de Teatro de Mérida simbolizaba a la perfección en un solo espectáculo lo que tiene que ser una gran muestra estival en la que siempre hay que buscar aunar la excelencia con las más diversas artes escénicas y plásticas. Los espectadores, que no llenaron el aforo, (quizá la crisis, quizá ser víspera de día laborable, quizá la primera jornada de un festival que no ha alcanzado su velocidad de crucero) sí llenaron en cambio las expectativas de los que recibieron sobre el escenario sus cerradas ovaciones puestos en pie.
Y es que Fedra, que tantas veces ha atravesado este espacio, anoche iba cargada de sabiduría y arte. Con las palabras, aparentemente ausentes, de Eurípides, Séneca y Racine; con la genialidad de un Miguel Narros que inmerso en su octogenariedad está más sabio que nunca; con la sobrecogedora música de Enrique Morente, cantada por él, por su hija Estrella, por la voz en directo de David Maldonado; con la impactante presencia de esos grandes bailaores que son Alejandro Granados (Teseo) y Carmelilla Montoya (un Ama que también canta su desgarro); con el baile de una jovencísima generación que aporta savia nueva al flamenco, (gracias a la intensa labor del coreógrafo Javier Latorre), capitaneada por un rotundo Amador Rojas; y con esa Lola Greco, esa Fedra convertida en una suerte de ángel telúrico, en un auténtico milagro, que por momentos llevaba al público a la comprensión del poder irrefrenable de la pasión prohibida.
Bulerías, soleás, tangos, tientos, jaleos, muchos palos bailaos, ritmos flamenco casi de fusión jazzística, paso a dos, baladas, música inspirada en grandes palos del flamenco, y una petenera con la que Morente quiere despojar el mal fario que ha caído sobre "este bellísimo cante del que hay que barrer supersticiones y falsos mitos".
Narros y Morente ya hicieron juntos este viaje a la tragedia de Fedra hace 20 años, de la mano de la gran Manuela Vargas. Sin embargo ambos han rechazado la idea de reproducir aquello o simplemente es que aquellos creadores de 1989 ya no existen. Lo cierto es que aún partiendo de los mismos elementos, ha surgido 20 años después un producto muy distinto, más reflexionado al tiempo que más elaborado con la entrañas, con una música nueva, con una coreografía nueva, y con unos bialaores-bailarines que, al menos anoche, derrocharon energía y química entre ellos y con su público. "Hoy hemos visto a dónde puede llegar el listón de este espectáculo", señaló Greco aún sudorosa y visiblemente emocionada al terminar la función, "hoy todos los que nos hemos subido al escenario hemos puesto más que cerebro, estómago y corazón, porque estas piedras te absorben la energía y te desnudan..., estoy muy emocionada", señaló Greco quien reconoció que su Medea y su Fedra son los personajes más intensos que ha hecho en su vida.
"La emoción ha llegado al público y eso para mí es una alegría muy grande y ver esa manifestación de cariño hacia los que hemos trabajado es algo muy importante", señaló Narros nada más recibir los cerrados aplausos del público. El director ha tomado, según sus propias palabras, de Eurípides el argumento, de Racine ese desmoronamiento de Fedra deformándose hasta convertirse en un monstruo y de Séneca "muchas cosas, porque admiro mucho a Séneca y quería que estuviera de él ese intento del Teseo, del padre, de reconstruir a su hijo ya muerto".
Morente por su parte reconoce haberse inspirado en su anterior trabajo para la Fedra de Narros y Manuela Vargas "pero han pasado muchos años y yo soy otra persona, bebo menos, lo que tengo en la mano es una cerveza, y no canto en directo con ellos porque tienen que viajar a muchos sitios y mi garganta arruinaría la compañía en la tercera función", señaló el cantaor quien cree que para un ballet es fundamental la música grabada para la sincronización y los ensayos. "Hablar de música enlatada es insultante y el estudio permite grandes creaciones", afirma este hombre que cuenta cómo incorporó a Estrella Morente al espectáculo: "Un día en la cocina de casa, que está arriba del estudio, le dije bájate que es para recordar a Manuela y colabora, y así fue", señala de esa emocionante petenera que se marcan juntos y que no existía en la versión de los años ochenta ya que "sólo había reflejos". Fedra, que se estrenó el pasado 12 de junio en el Festival de Teatro de Nápoles, permanecerá en el Festival de Mérida hasta el día 5 de julio, viajará posteriormente al Festival de Teatro de Almagro, a Sagunto, Córdoba, Salamanca, Peralada y Caravaca.
Babelia
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