El cine de animación toma Lleida

Su alfombra roja no tiene el glamour de la de otros festivales. Pero tampoco lo necesita, porque sus protagonistas, los que pueblan sus pantallas, son dibujos animados. En el más tangible de los casos, figuras de plastilina. Esta noche se inaugura en Lleida Animac'09, la muestra internacional de cine de animación de Cataluña.

El certamen, que celebra su XIII edición, mantiene el mismo espíritu con el que nació: dinamizar la vida cultural de la capital del pirineo catalán mediante la animación independiente. "Un festival así tiende a sobrevivir por ser muy específico, Animac tiene ya una trayectoria importante y es muy conocido en el mundo de la animación", cuenta Isabel Herguera, directora de la muestra.

Para ello, desde el pasado día 23 y hasta el próximo domingo, se dan cita largometrajes y cortometrajes, con sus creadores, de todo el mundo. El plato fuerte, la inauguración oficial de esta noche, será la proyección de Vals con Bashir, la película de animación israelí que ha triunfado en numerosos festivales y que partía como favorita al Oscar como mejor película de habla no inglesa (que finalmente se llevó, inesperadamente, la película japonesa Departures).

Cine, música y talleres

En la proyección de Vals con Bashir, estará Asaf Hanuka, ilustrador responsable de la imagen del largometraje (que en breve podrá adquirirse en España también como novela ilustrada) y dibujante de cómics. Hanuka tampoco faltará en una de las actividades más interesantes del festival: los desayunos con los autores. Porque ellos, los autores, son los verdaderos protagonistas de la muestra. Por eso, Herguera destaca nombres como el de la realizadora checa Michaela Pavlátová, con un Oso de Oro de la Berlinale en su palmarés por el film Repete (1995); el de la francesa Florence Miailhe, otra mujer con una carrera salpicada de premios; o el de Blu, el artista que llevó su arte urbano a la Tate Modern de Londres.

Para los más nostálgicos, Tintin llegará a Lleida con Le crabe aux pinces d'Or (El cangrejo de las pinzas de oro). La primera película de animación del detective del tupé se estrenó en 1947 y fue también el inicio de la animación belga. La última, se está cocinando ahora mismo en la todopoderosa factoría Dreamworks de la mano de Steven Spielberg. Entre los numerosos cortometrajes, que componen el grueso del certamen, destacará La Maison en petits cubes, de Kunio Kato, recientemente oscarizado como mejor corto de animación.

Pero no sólo de proyecciones vive el festival. Conciertos, conferencias y talleres -algunos tan originales como el que enseñará a hacer sencillas animaciones con un teléfono móvil- completarán el programa, que puede visitarse en su página web. Todo para, como explica su directora, conseguir "que la película forme parte de una experiencia, haciendo hincapié en la animación, pero integrándola con otras actividades".