Un filme parodiará a Hitler como un joven sin dinero perdido en la gran ciudad
El dictador nazi será retratado como un personaje apocado y sin luces en una comedia que se rueda en Viena
Un joven Adolf Hitler recién llegado a Viena pide limosna en la calle para pagar la pensión para indigentes en la que se aloja y donde comparte habitación con dos judíos, que le ayudan a sobrevivir en la gran ciudad.
Esta ha sido una de las primeras escenas que se ha rodado en la filmación de Mein Kampf (Mi lucha), la película de corte irónico, basada en una obra homónima del escritor judío George Tabori (1914-2007), que inició esta semana su rodaje en la capital austríaca.
El filme, producido por Schiwago Film, se sitúa en Viena antes de la I Guerra Mundial (1914-1918) cuando Hitler, interpretado por Tom Schilling, intenta obtener una plaza en la Academia de Bellas Artes.
Con un estilo "entre el llanto y la risa" según describió hoy a la prensa en Viena Wolfgang Bergmann, uno de los guionistas, la película presenta al futuro dictador sin dinero, sin amigos y sin mucho talento.
Protegido por un judío en Viena
La cinta cuenta cómo el joven Adolf es protegido por el judío Schlomo Herzl, que le anima a seguir la carrera política cuando fracasa en su intento de convertirse en artista, y le llega a recomendar que se deje crecer el bigote.
Schlomo no sólo orienta a Hitler, sino que incluso le cede el nombre de la obra que está escribiendo, Mein Kampf, para que Hitler lo emplee en el manifiesto de su propio ideario político.
Sobre lo delicado de hacer un filme que trata a Hitler desde una perspectiva humorística, el director, Urs Odermatt, aseguró que "no está rodando una película sobre Hilter sino una obra de Tabori".
El cineasta suizo recordó que la obra de Tabori es una "farsa" y que su acercamiento al tema ya está asumido en la forma en que el autor compuso la pieza.
Por su parte, uno de los productores, Dany Krausz, aseguró que la historia de Tabori tiene que ver mucho con la "identidad y la historia" de Austria y Alemania, y frente a la existencia de malas películas con Hitler como tema -según aseguró- el equipo se planteó el proyecto de "lograr un buen producto".
La película, "de afilada ironía" y un "fondo humorístico" como señaló Bergmann, tiene un presupuesto de 2,7 millones de euros, se rodará hasta el próximo 18 de julio, y sus productores confían en que pueda presentarse en la próximo edición de la Berlinle.
Krausz se refirió a los excelentes diálogos de la pieza del dramaturgo húngaro a los que describió como "totalmente cinematográicos".
La obra de Tabori, cuyo padre murió en el campo de exterminio de Auschwitz, fue estrenada en el Akademitheater vienés en 1987 y es una de sus obras más reconocidas. No es la primera vez que una película se acerca al nazismo en clave de humor.
El pasado año, una parodia titulada Mein Führer presentaba a un Hitler enfermo que recurre a un profesor de interpretación para que le ayude a preparar un discurso.
Otros ejemplo son La vida es bella, del italiano Roberto Benigni o la clásica El gran dictador, dirigida por Charles Chaplin en 1940.
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