Nomeda y Gediminas Urbonas, el viaje desde lo soviético al capitalismo
Una exposición que lleva por nombre el de sus autores, ambos lituanos, se podrá ver en el Macba hasta el 14 de junio
Cinco instalaciones con predominio del vídeo intentan ser una metáfora del viaje del socialismo soviético de los países del este de Europa al capitalismo, una exposición que lleva por nombre el de sus autores, el matrimonio lituano Nomeda y Gediminas Urbonas, y que se podrá ver en el MACBA hasta el 14 de junio.
Gediminas Urbonas ha calificado este tránsito de "esquizofrénico" y nada mejor que recurrir a la psiquiatría para comenzar el recorrido de la exposición con la instalación Transaction, en la que el triángulo formado por las mujeres, el cine y los psiquiatras invita a la reflexión sobre el papel de la víctima en el triángulo que forma con el verdugo y el salvador.
Lituania, en este esquema psiquiátrico, representa a menudo el papel de víctima de la opresión colonial soviética (el verdugo), que es salvada por la democracia y el capitalismo.
A pesar de que las cinco instalaciones hacen referencia a situaciones concretas de Lituania, Gediminas Urbonas cree que su exposición es extrapolable a otros países que estuvieron sometidos en el pasado a la URSS.
Reivindicación nacionalista
Es el eje formado por lo nacional y las libertades democráticas en el que Nomeda y Gediminas Urbonas se mueven en sus instalaciones para hacer llegar su discurso en el que la reivindicación nacionalista está muy presente, pero también la crítica a un capitalismo sin diques de contención sociales ni institucionales que amenaza con arrasar ese país báltico.
El nacionalismo de los Urbonas, un apellido casualmente de resonancias italianizantes, les lleva más lejos en el tiempo y se trasladan, con la instalación Villa Italia, al periodo de entreguerras, cuando su país era independiente y tenía una embajada en Roma, capital importante para los lituanos dada su condición de católicos entre el protestantismo báltico y los ortodoxos rusos.
Los Urbonas, a través del vídeo, convierten a Villa Italia en la añoranza de la vieja independencia de entreguerras, recuperada tras la caída de la URSS, pero que no ha logrado que el viejo edificio, que ahora pertenece a Rusia y que para los lituanos simboliza el último territorio ocupado, pase a formar parte de su patrimonio.
Artista como agitador
La condición del artista como agitador y partícipe de las reivindicaciones sociales y populares están presentes en la instalación Pro-test Lab, en la que vídeos y pancartas se aúnan para intentar impedir el derribo del cine Lietuva a manos de la especulación inmobiliaria.
Los conflictos laborales están presentes también en la exposición de los Urbonas con un vídeo en el que unas trabajadoras, despedidas de un banco tras ser adquirido por una multinacional sueca, protestan cantando Money, money, uno de los temas de la película Cabaret, vestidas con trajes chaqueta, muy en la línea del filme Armas de mujer.
La vieja retórica comunista
En Druzba (amistad en ruso) los artistas intentan reflejar los mecanismos de poder y sumisión del pasado, pero que aún perviven en la sociedad lituana.
La instalación lleva el mismo nombre que el oleoducto que construyó la URRS en los años 50 del pasado siglo y se sirven de viejos documentales para rememorar la vieja retórica comunista de solidaridad internacional.
Entre el comunismo y el capitalismo, los Urbonas sitúan la falta de voz de la mujer, una voz que recuperan con la instalación Ruta-Remake en el que el uso de ordenadores y aparatos de sonido permite al visitante, colocando sus manos en una mesa central, oír a las lituanas a las que antes se les denegó la palabra.
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