Estopa llena de rumba el Palau Sant Jordi ante 18.000 personas

El dúo catalán Estopa ha llenado esta noche de rumba el Palu Sant Jordi de Barcelona en un concierto al que han asistido 18.000 personas, según la promotora The Project. Se trata del primer gran concierto de la gira española que el dúo de Cornellá inició el pasado 19 de mayo en Canarias con su cuarto disco, Voces de ultratumba, y que finalizará en octubre en Zaragoza. Estopa ha cantado los 12 temas de su último trabajo, con el que han recuperado el directo, uno de los fuertes de David y José Manuel Muñoz.

Pasadas las 22 horas el telón negro con la palabra Ultrarumba en rojo se ha abierto como cuando un niño se adentra en el túnel de la bruja o en la casa encantada de un viejo parque de atracciones, y el espectáculo ha empezado con Malabares, el tema principal del último disco.

En su cuarta actuación en Barcelona, Estopa se ha visto desbordado por un público gritón que coreaba de memoria todas las canciones. David -voz- y José Manuel Muñoz -guitarra, coros y voz-, han estado respaldados sobre el escenario por Juan Maya -guitarra española-, José Antonio Romero -guitarra eléctrica-, Antonio Ramos "Maca" -bajo-, Anyie Bao -batería-, José María Cortina -teclados- y Luis Dulzaides -percusión-.

"Esto es un pasote"

El propio David Muñoz ha confesado tras la primera canción: "Tenemos muchos vatios de potencia en el escenario pero no podemos competir con todas vuestras gargantas. Esto es un pasote". Poco después, ese improvisado y gigantesco orfeón ha aguantado el tema Gulere Gulere cuando el micro de David Muñoz se ha quedado mudo en medio de la canción.

El dúo Estopa, que ha vendido tres millones de discos en toda su carrera, ha centrado gran parte de las dos horas de concierto al último disco, combinado con algunos de sus grandes éxitos, aquellos que llevan el sello inconfundible Made in Cornellá. Del cuarto álbum han gustado especialmente, además de Malabares, Vacaciones, Lunes, A mí me gusta, Fábricas de sueños, Me falta el aliento, o la lenta Ni pa ti ni pa mí, esta última atacada por el menor de los Muñoz con caricias de guitarra eléctrica a lo Carlos Santana.