El Palacio Real de Madrid abre al público las habitaciones de la infanta Isabel Francisca

El Palacio Real abre mañana al público las antiguas habitaciones de la infanta Isabel Francisca que acogen más de 70 cuadros pertenecientes a la colección de pintura de Patrimonio Nacional. Este nuevo espacio que abre sus puertas como complemento a la visita a los Salones oficiales, presenta una visión esquemática de la evolución de la pintura en los últimos cinco siglos y de las modas decorativas y los gustos que imperaban en cada reinado. Obras de Caravaggio, Juan de Flandes, Mengs, Velázquez, Paret, Vicente López, Goya y Sorolla están en esta Galería de Pinturas junto a bordados tapices e instrumentos musicales.

Juan Carlos de la Mata, director de Actuaciones histórico artísticas del Palacio Real, ha subrayado que estas salas recogen cronológicamente "tesoros" que antes no eran accesibles al público y que muestran el gusto de los monarcas en cada época.

La Galería de Pinturas del Palacio Real está formada por una sala de instrumentos musicales, una de bordados, dos salas de pintura flamenca, una italiana, una española (siglo XVII), otra de pintura de los siglos XVIII-XIX para terminar en la dedicada a la pintura del siglo XIX y principios del XX.

Entre las obras recuperadas para este recorrido destacan el Políptico de Isabel I la Católica, obra de Juan de Flandes, Salomé con la cabeza del Bautista de Caravaggio; Caballo blanco realizado por Velázquez, que sirvió como modelo a distintos cuadros ecuestres de la época o un preciado temple de Goya, que no puede salir del Palacio Real por preservar su estado de conservación.

Bordados e instrumentos musicales

El recorrido por la galería se inicia en la Sala de Instrumentos musicales en donde se puede apreciar el contrabajo de Nicola Luthier Amati (1652) y la gran lampara en forma de galeón de finales del siglo XIX. En la sala contigua, el visitante del Palacio podrá contemplar bordados del siglo XVIII de diferentes autores, que sirven como fondo a una cama con dosel tallada, dorada y pintada de blanco situada en el centro de la estancia.

En la Sala de Pintura Flamenca, destaca el retrato de Felipe II, duque de Borgoña del taller de Rogier Van Der Weyden; el retrato de Isabel la Católica obra de Juan de Flandes y del mismo autor, la serie completa de las quince tablillas del Políptico perteneciente a la reina Católica. En el marco de los diferentes temas que abarca la Escuela flamenca (religiosa, costumbrista, naturaleza muerta, paisajes y batallas) el Palacio Real posee obras de Gerard Seghers y Jan Cossiers, colaboradores de Pedro Pablo Rubens; el Salomé con la cabeza del Bautista de Seghers y La muerte de Jacinto Cossiers.

Nada más entrar en la sala de pintura italiana llama la atención la magistral obra de Caravaggio, Salomé con la cabeza del Bautista cerca de un tabernáculo de bronce dorado y piedras duras de Domenico Montini, que antes se encontraba en la capilla del Alcázar. Según apuntó la conservadora del Palacio Real, Carmen García Frías, esta es una "pieza clave" de orfebrería de la época.

El antiguo dormitorio nos muestra una selección de la escuela madrileña del siglo XVII donde sobresale la figura de Velázquez con La cuerna del venado y su Caballo blanco que sirvió como modelo a distintos cuadros ecuestres de la época. Asimismo, García Frías destacó de esta sala el pequeño retrato del Conde Duque de Olivares de Velázquez, recientemente restaurado y réplica de la versión que se conserva en el Museo Hermitage de San Petersburgo.