México investiga si la pirámide del Sol fue un templo estatal o funerario

Especialistas en física y arqueología de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) examinan la pirámide del Sol, en la ciudad prehispánica de Teotihuacán, para conocer los secretos que guarda esta mole construida hace dos milenios. La arqueóloga responsable del proyecto, Linda Manzanilla, dijo que la pirámide se ha sometido a una especie de tomografía que permitirá conocer si existe alguna cámara funeraria o lugares de ofrenda que no se hayan descubierto. Manzanilla participa en la mesa redonda Más allá de la ciudad, que reúne a expertos mexicanos e internacionales para discutir sobre la influencia de Teotihuacán en Mesoamérica y sobre los conceptos de Estado, colonia o territorialidad que se manejaron en esta civilización.

Mencionó que para este estudio se cuenta con la participación de un equipo de físicos, quienes crearon un equipo de detección de muones (partículas cargadas eléctricamente) que funcionará a pleno rendimiento desde diciembre de este año hasta finales del 2006. "La concentración de estas partículas cósmicas en algún espacio abierto de la pirámide nos podría indicar que hay una cámara funeraria o un lugar de ofrenda". Manzanilla indicó que el proyecto, que comenzó en el 2001, busca dar respuesta a la interrogante de si la pirámide del Sol de Teotihuacán fue un templo estatal o funerario. "Debemos explorar la posibilidad de que los gobernantes de Teotihuacán lo hayan usado para legitimar su posición central", dijo.

La pirámide es escudriñada por dos detectores, a falta de instalar seis más con los que se complementará el análisis. "A finales de este año empezará el estudio integral y los resultados irán directamente al Instituto de Física de la UNAM, donde se armarán estadísticas para ver si es factible que haya espacios vacíos", aseguró la experta.

Una vez terminada la fase de evaluación, si fuera necesario se iniciaría la excavación. Este tipo de análisis nunca se había hecho en Mesoamérica, pero sí en Egipto, sobre la pirámide de Kefrén en Giza, dirigido por el premio Nobel de Física de 1968, Luis Álvarez, quien creó el detector de partículas.

En el análisis de la pirámide de Kefrén, Álvarez llegó a la conclusión de que no había otras cámaras que las que ya habían detectado los arqueólogos. En el caso de México, el detector fue creado por el físico Arturo Menchaca y después de ser utilizado en la pirámide del Sol podrá usarse en cualquier estructura piramidal que cuente con huecos susceptibles de ser cámaras.