Las discográficas facturan un 12,6% menos en 2004 merced a la fuerte caída de ventas de CD
El DVD supera por primera vez en volumen de comercialización al sencillo, que se une a casetes y vinilos como formato en decadencia
El negocio de las discográficas en España se redujo el año pasado un 12,6%, merced sobre todo al descenso pronunciado en las ventas de discos compactos. Según las cifras hechas públicas hoy por Promusicae (la asociación conocida antes como AFYVE), la industria musical facturó 431,4 millones de euros en 2004, frente a los 493,8 del año anterior.
El dato anunciado hoy por Promusicae (Productores de Música de España, el nuevo nombre desde hace unas semanas de la Asociación Fonográfica y Videográfica de España) no es nuevo; el descenso en la cifra de facturación de las discográficas vino avanzado en el Libro Blanco de la Música en España, presentado en sociedad el 24 de enero y elaborado por la consultora PricewaterhouseCoopers.
Según el balance anual del mercado discográfico conocido hoy, las ventas de discos compactos cayeron de los 50 millones de unidades de 2003 a las 41,7 de 2004, es decir, un 16,6%. Sólo el crecimiento del mercado de DVD ha permitido amortiguar levemente el impacto de este recorte; el año pasado se vendieron 3,3 millones, un 122,1% más que en 2003. Así, este formato ha superado por volumen de ventas al que hasta ahora era el segundo en importancia, el disco sencillo (un CD que contiene habitualmente entre una y cuatro canciones, por lo general las que los autores o la discográfica quiere lanzar con más fuerza). El sencillo está en peligro de extinción: de los 3,5 millones vendidos en 2003 se ha pasado un año después a 1,2 millones. Se une así a las casetes y los vinilos, formatos en franca decadencia que el año pasado también cayeron, un 17,3% y un 66,8% respectivamente.
En cuanto al reparto de la menguante tarta musical española, Sony BMG aglutina el 26,5%; el Grupo Warner, el 21,5%; Universal, el 17,3%; EMI, el 13% y Vale Music el 10,9%. Según el comunicado hecho público para dar a conocer estos datos, el presidente de Promusicae, Antonio Guisasola, confía en poder luchar contra "esta caída generalizada de las ventas, paradójica en un entorno en el que la música está más presente que nunca", gracias a "la reducción de la piratería y de la consolidación de nuevos mercados como el de los teléfonos móviles e Internet".
Mientras las cifras conocidas hoy sirven para delinear un cambio de usos sociales por parte de los españoles en lo que se refiere al consumo de música (más allá de la caída de ventas de los CD, que quizá se explique por la piratería callejera y en Internet, es innegable el auge del DVD y la decadencia de formatos como el sencillo, casetes y vinilos), las incluidas en el Libro Blanco publicado en enero son más tétricas. Para empezar, ponen en contexto la caída del 12,6% en 2004 —12,5%, según el dato del Libro Blanco—, al señalar que el recorte fue del 9,4% un año antes, y del 3% en 2000. Pero sobre todo pone el énfasis en el daño causado por la piratería musical: uno de cada cuatro discos vendidos en España es pirata (en Madrid, cuatro de cada diez). Además, cuantifica el impacto de Internet en el mercado discográfico: las ventas legales ascendieron a 142,6 millones de canciones en Estados Unidos, seis millones en el Reino Unido y un millón en Alemania.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.