R.E.M. reconquista y entusiasma a Madrid
El trío estadounidense presentó su último trabajo, 'Around the sun'
El grupo estadounidense R.E.M. comenzó anoche en el Palacio Vistalegre de Madrid su gira de conciertos por España y lo hizo reconquistando una vez más a su público madrileño, que los recibió con entusiasmo. Hoy visitarán Barcelona y en primavera actuarán el 27 de mayo en Torrevieja (Alicante) y el 29 en Gijón.
Si algo hay que destacar del concierto del sábado por la noche es, primero, que a pesar de la mala acústica del recinto, los de R.E.M. lo hicieron lo mejor posible y consiguieron que el Vistalegre sonara como nunca. Segundo la elegancia de la escenografía, siempre muy cuidada, con una pantalla de vídeo apaisada donde se proyectaban imágenes del recital en blanco y negro, sepia y colores, además de algunos de los vídeoclips del grupo. Sin olvidar el juego de luces, basado en neones colgantes de colores e interferencias televisivas. Y tercero el repertorio, en el que llevan ya trabajando casi 25 años y al que la banda fundada en Athens (Georgia, Estados Unidos) por Michel Stipe, Mike Mills, Peter Buck y hill Berry, que abandonó el grupo en 1997, dio anoche un buen repaso.
Para comenzar regresaron a los inicios con temas como Finest worksong y Begin the begin, para continuar con So fast son numb y Animal, uno de los temas inéditos con el que adornaron su grandes éxitos de 2003.
Del disco que venían a presentar, Michel Stipe, siempre elegante y con ese antifaz que se pinta de negro en la cara habitualmente en los directos, Mike Mills y Peter Buck eligieron High speed train, Aftermath, Final straw y Leaving New York, una de las más aplaudidas y con la que recorrieron todo Estados Unidos junto a otros artistas como Bruce Springteen, Pearl Jam o Ben Harper, con la gira Vota por el cambio, durante el pasado mes de octubre. Del disco nuevo, Around the sun, también interpretaron I wanted to be wrong, escrita, tal y como explicó Stipe, meses después del 11-S y en repulsa por la invasión de Irak.
"Esta canción os pertenece"
Las más aplaudidas fueron Everybody hurts, una de las nuevas Aftermath, Imitation of life, The one I love y, por supuesto, un himno ya en su repertorio, Losing my religión. "Esta canción ya no es nuestra, os pertenece", dijo el cantante, y el público la hizo suya, inmortalizándola en vídeo en los cientos de móviles que se pusieron a grabar con los primeros acordes.
No faltaron tampoco otros éxitos como Boy in the well, The great beyond, Walk unafraid y Life and how to live it, la más cañera, elegida para cerrar el concierto, que duró dos horas.
A los bises, un Michael Stipe más informal -cambió su traje oscuro por una camiseta verde pistacho- hicieron What's the frequency, Kenneth?, Fall on me, Permanent vacation, I'm gone to be a DJ y Man on the moon, otra de sus clásicas.
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